El arte es el lugar donde podemos ser nosotros mismos, donde si bien se puede monetizar se monetiza nuestra esencia, lo que realmente pensamos, sentimos, opinamos; sin embargo el medio artístico es cada vez mas atacado por el oportunismo y la hipocresía de ciertos “artistas”. Aquí es donde entra el arte conceptual, el cual no tiene nada de malo, por lo contrario, lo respeto y lo considero una corriente que desde su aparición ha aportado un sin fin de cosas y está llena de grandes artistas que son dignos de admirar y que no por ser pertenecientes a este género del arte tienen menos valor , el problema real es la gente que se aprovecha de la “sencillez” con la que de manera “correcta” puede ser ejecutado el arte conceptual y de el hecho de que esta corriente artística está llena de los muy bien conocidos “snobs” que deliran con tomar el vino más caro que puedan encontrar mientras miran un cuadro en blanco, “pues es algo que solo un intelectual puede entender”. Teniendo estas dos condiciones mezcladas es cuando gente que realmente no siente nada por el arte finge sentir lo que sea con tal de vender algo, ya que es relativamente fácil hacerlo dentro del género, sobretodo sabiendo que alguien va a sentir “algo” con su obra, sin embargo no es algo que sientan o piensen, pues fingen que así es; ellos mismos fingen ser “snobs” para obtener algo a cambio, pero al final del día le toman al pelo a los seguidores de esta corriente que se lo toman en serio, pues llegan a su casa, se quitan sus lentes de pasta y la su cara desabrida, asqueados de tomar ese vino caro que ni les viene ni les va, cambiándolo todo por una sonrisa y la cerveza más barata del mercado.
“Me pregunto cuantas catarsis logra esta silla por día? Un millón?”