Hace cuatro años tomábamos posesión Ana Rubio y yo como los primeros concejales de IU en Pravia. Dos años después, tras su pérdida, lo haría Suso. Finalizado nuestro mandato me permito hacer un pequeño balance y una despedida de este paréntesis en mi vida que fue el paso por la casa de todas y todos los pravianos.
Fueron cuatro años de mucho trabajo, de disgustos, de preocupaciones, pero, sobre todo, de la satisfacción de representar a tus vecinas y vecinos. En estos cuatro años llevamos a pleno más de 400 propuestas, algunas de mucho calado y otras de esas que parecen intrascendentes pero pueden solucionar un quebradero de cabeza para tal o cual vecina o vecino.
En cuatro años haciendo política, al menos como desde este grupo la entendemos que es mediante la negociación, conseguimos inversiones por más de 400.000 euros a lo largo de todo el concejo, tanto en la villa como en los pueblos. Obras que fueron desde mejoras de caminos a parques, colectores de saneamiento, alumbrado o mantenimiento de viales. Esto, con dos concejales y una mayoría absoluta enfrente, parecerá poco, pero es una labor más ardua y trabajosa que sentarse en los plenos a decir que "no" por sistema a todo.
Y como somos más como la hormiga que como la cigarra, que preferimos el trabajo constante a la foto impactante (igual ahí parte de los resultados), no dudamos cuando hubo que acompañar a algunas vecinas y vecinos a otras administraciones, de picar en esta consejería o en aquella dirección general para desbloquear problemas que, por desgracia, no encontraban solución en la administración local. Conocimos muchos despachos y, sobre todo, muchas salas de espera.
Para algunas y algunos vecinos no estuvimos a la altura, es razonable, nunca vas a contentar a todo el mundo. Nos consta, porque así nos lo transmitió alguna que otra persona, que se esperaba de nosotros una actitud más bronca y beligerante contra el gobierno. Algunas gentes de izquierdas afirmaban en los últimos meses que no sirviera para nada la presencia de IU en el Ayuntamiento.
Supongo que es ese abismo que separa el chigre de la realpolitik. Podríamos haber optado por sentarnos en el pleno y llamar cabrón al alcalde y empeñarnos en que todo es corrupción, pero no solo no es ser más de izquierda sino que denigra algo tan serio y vocacional como la política. Porque aunque no lo parezca, una "mierda de parque" como me decía un vecino, también es una decisión ideológica. Porque cuando propones un espacio de ocio infantil también hay ideología en el cómo, el dónde y, sobre todo, el para qué. Cuando te empeñas en facilitar la recogida de productos fitosanitarios, aunque no lo parezca, también hay ideología detrás. O cuando pides mejoras tan esenciales como acabar con la humedad de una escuela rural, desbrozar caminos o poner puntos de luz, también hay ideología detrás.
Fuimos una oposición constructiva, firme en convicciones y flexible en la praxis. Hicimos una oposición leal, planteando siempre alternativas cuando no estábamos de acuerdo y siendo honestos o al menos intentándolo. Nunca prometimos nada que no peleáramos, ni engañamos a la gente con cosas en las que no creíamos. Y, sobre todo, siempre fuimos a pecho descubierto, como nos marca la conciencia y las ideas que nos unen. Nuestras críticas siempre fueron públicas, a calzón quitado y ni nos escondimos en la vida real ni en las redes, porque cuando crees en la política que defiendes no necesitas ni bilordios, ni libelos, ni perfiles falsos.
Mañana comienza una nueva legislatura, con uno de los plenos con menor pluralidad política de los que recuerdo. Llegan nuevas opciones políticas que deben demostrar que, todo lo que los demás hicimos mal, ellos lo pueden hacer mejor. Deseo muchos aciertos a la nueva corporación porque serán aciertos para Pravia.
Desde aquí mis respetos a todas las concejalas y concejales que no repiten. Fue un placer y un honor compartir esta aventura con vosotros. Mi recuerdo para las dos Anas, Rubio y Pire, que nos tiñeron de negro la legislatura y que sigue notándose su ausencia.
También unas palabras para mi camarada y amigo Jesus Lastra, que representa mejor que nadie ese hilo rojo de la historia que, aunque lo intenten, nadie puede cortar. Una de las personas más trabajadoras, entusiastas y, sobre todo, honestas que conozco y que eleva la dignidad de algo ta denostado como la política. Seguiremos peleando como siempre, camarada.
Y quisiera recordar también a dos concejales que, sin compartir grupo, sentí en ellos a verdaderos compañeros que supieron siempre anteponer el bien de Pravia a la sigla o el rédito político. Una de esas personas es Pepe, concejal de Foro Asturias, que demostró una dedicación y un compromiso hacia las vecinas y vecinos que pocas personas que hayan pasado por el ayuntamiento pueden hacer gala. Y, finalmente, Charo Cuervo, que poco puedo añadir a lo que ya todo el mundo dijo. Fue un honor compartir corporación con una persona tan entregada a lo público, a lo de todas y todos. El Ayuntamiento y todas y todos los vecinos notaremos bien la pérdida de una concejala con mayúsculas.
No me quiero olvidar de todo el personal municipal que, en todo momento, supo tener una paciencia infinita para explicarnos como recién llegados hasta la última coma. Con dos agradecimientos especiales: uno a Joaquin Blanco que años después tuvo que seguir explicándome matemáticas (con escaso resultado) y a María Jesús Grana de quien aprendí tanto en tan poco tiempo de esa Pravia a la que pocos miran y que tanto nos necesita.
Sin más, cierro capítulo, no sin agradecer a todas aquellas personas que a lo largo de estos cuatro años nos apoyasteis, confiasteis vuestros problemas en nosotros y a todas aquellas que en las últimas semanas nos disteis tantas muestras de cariño. Presenté ya mi declaración de bienes, tan vacía como cuando entré, pero me voy siendo más rico en cariño de mis vecinas y vecinos, en conocimiento de mi pueblo y en confianza de que tenemos el potencial suficiente en nuestro concejo para mirar con optimismo al futuro. Solo nos falta creérnoslo.
Un abrazo, amigos.