La comprensión del lenguaje no verbal es una capacidad que adquirimos desde pequeños y que resulta muy útil para contar historias.
Los cortometrajes del estudio californiano de animación, Pixar, son famosos en su mayoría por la peculiaridad de no tener diálogos entre sus personajes. Éstos fueron inspirados por el cine mudo de principios del siglo XX, en el que, debido a limitaciones técnicas, sus creadores se veían obligados a servirse exclusivamente de gestos, expresiones y efectos visuales en sus películas.
Esta narrativa silente consigue captar a todo tipo de audiencia por su facilidad para ser comprendida por el espectador.
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