Revista Cultura y Ocio

Del color de la leche - Nell Leyshon

Publicado el 23 junio 2015 por Elpajaroverde
Decía Franz Kafka que "Si el libro que leemos no nos despierta de un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leerlo?... Un libro tiene que ser un hacha que rompa el mar de hielo que llevamos dentro." No sé qué pensaría el autor de "La metamorfosis" sobre el impacto de determinados libros en el resto de nuestros cuerpos. A mí personalmente ninguna lectura me ha golpeado el cráneo. Con permiso del señor Kafka somatizo lo que leo y me perturba o me conmueve con diferentes partes de mi anatomía y fisiología: la garganta, los ojos, mi corazón agitado y sobre todo cualquier sistema ya sea circulatorio, nervioso u hormonal que alcance todas y cada una de mis células sumiéndome en un éxtasis literario a veces y otras en un estado 'pseudocomatoso'. La lectura que hoy os traigo me ha dejado con mal cuerpo, y ese malestar se ha manifestado en una parte en concreto de él: el estómago. Es la primera vez que un libro me deja tal sensación. Leí una vez que nuestro estómago puede ser considerado como un segundo cerebro, que tiene gran importancia en nuestras emociones y que nuestros 'dos cerebros' están íntimamente conectados. Tal vez un puñetazo en mi cráneo haya sobresaltado a mi cerebro sin que yo me percatase y el malestar en mi estómago sea su manera de avisarme del puñetazo recibido. Tal vez el escritor checo no estuviese exento de razón. Al fin y al cabo, quién soy yo para contradecir al gran Kafka.
"a veces tener memoria es una buena cosa, porque ahí está la historia de tu vida y sin ella no habría nada, pero otras veces tu memoria guarda cosas que preferirías no volver a saber nunca y, por mucho que intentes quitártelas de la cabeza siempre vuelven."
Esta es la historia de Mary, que aprendió a leer y a escribir y tenía el pelo "Del color de la leche".

Del color de la leche - Nell Leyshon

Portada de Del color de la leche

Si vives en la Inglaterra de 1830, eres mujer y para más inri perteneces a una familia pobre, la vida no te ofrece muchas opciones. Mary tiene quince años y es la cuarta hija de un matrimonio de granjeros. Su padre maldice cada día no haber tenido hijos varones y hace trabajar a sus hijas de sol a sol. Su madre apoya todas las decisiones de su marido, él es el hombre de la casa. Con ellos vive también el abuelo, con el que Mary tiene una relación muy especial. Mary tiene dos características físicas que la hacen peculiar: su pelo, del color de la leche, y un defecto de nacimiento en una de sus piernas. Precisamente es este último el responsable de que sea la elegida por su padre para ir a trabajar a casa del vicario. Este le ha ofrecido dinero para que una de sus hijas se encargue de cuidar a su mujer. El defecto en la pierna de Mary hace que se retrase en alguna de las tareas de la granja y a su padre le es más fácil prescindir de ella que de cualquier otra de sus hermanas.
"el año del señor es mil ochocientos treinta y uno y tengo quince años y me acuerdo otra vez de aquella noche cuando estábamos fuera y hacía calor. cuando abuelo estaba en su silla y nosotras estábamos quitando el heno y madre nos estaba ayudando, las cuatro niñas lo estábamos haciendo. y el aire estaba cálido y tenía olor a verano y a la granja.y si pudiera detener el tiempo, eso es lo que haría y me quedaría en aquel momento para toda mi vida y para siempre.pero un momento no puede durar para siempre."
Hay algo más que caracteriza a Mary, es una deslenguada indomable. No es cotilla ni chismosa, no, es una de esas personas que no puede evitar soltar por su boca verdades como puños, de esas que a veces es más conveniente callar. Esta dudosa cualidad que normalmente suele granjearle problemas hará en esta ocasión que tanto el vicario como su esposa simpaticen rápidamente con ella. Sin embargo, a pesar de que es bien tratada en su nuevo hogar y que su vida allí es mucho menos dura no puede evitar echar de menos la granja y a su familia, especialmente a su abuelo. Pero ya hemos dicho cómo es la vida de las chicas como Mary en 1830, no es su decisión donde ha de trabajar y vivir. Ha de continuar en la casa de sus nuevos señores y en esa casa se da cuenta de que hay muchos libros. Las líneas negras de los libros son un misterio para ella, Mary no sabe leer. Le llegará entonces una nueva oportunidad, la de aprender a leer y a escribir. Poco sospecha entonces que algún día tendrá que hacer un uso improbable de estos conocimientos. Poco imagina entonces que algún día necesitará escribir su propia historia para contar algo que le pasó.
"¿qué soñaría yo si pudiera soñar algo y que se convirtiera en realidad?¿qué diría yo si alguien me lo preguntara alguna vez?no lo sabía, sabía que tenía sueños, pero no sabía qué era lo que soñaba."
La forma de escribir de Mary es un poco como es ella, sencilla, directa y rebosante de verdad. Por eso conquista. Conquista su libro y nos conquista ella. Mary acaba de aprender a escribir y Nell Leyshon, la autora de esta novela, tiene una curiosa forma de hacérnoslo notar, escribir en minúsculas (es una mera anécdota que comento simplemente por si os ha llamado la atención en las citas que estoy dejando). Mary nos sumerge en ese mundo rural del que procede, y no se trata tan sólo de un buen trabajo de ambientación de la autora británica, sino que más bien parece que ese ambiente campesino y natural, tan ligado al clima y a la sucesión cíclica de las estaciones, se fusionara con la inocente escritura de Mary.

Del color de la leche - Nell Leyshon

Farm Buildings. Fotografía de Carl Wycoff

"el día que empezó todo no fue un día cálido desde el principio. no, ése fue un día frío desde el principio y había escarcha sobre cada brizna de hierba. pero más tarde salió el sol y la escarcha desapareció y entonces los pájaros alzaron todos el vuelo. y fue como si el sol me estuviera dando en las piernas por lo que tuve la sensación que tengo. me da en las piernas y después se me sube a la cabeza.la savia ascendía por los tallos. y las hojas se abrían. y los pájaros revestían sus nidos.y el mundo se acordó de la primavera."
Supongo que a estas alturas os estaréis preguntando qué es lo que tanto me ha perturbado de esta historia. No os lo voy a contar. Y no por mantener la intriga, sino porque yo no sabía lo que me iba a encontrar en este libro y quiero ofreceros la misma experiencia. También por respeto a Mary. Esta es su historia y es ella quien marca los tiempos. Ha decidido empezar por el principio y acabar por el final, para que todo se entienda. El principio os lo he contado yo, el que quiera conocer el final tendrá que leer el manuscrito de Mary. Mary, que escribe porque quiere contarnos algo que le ha pasado. Mary, que nos cuenta ese algo con la misma naturalidad con la que nos diría que el sol sale por la mañana y se pone por la noche. Y creo que es esa manera de contar de Mary, más aún que lo que le ha pasado que ya sería suficiente motivo por sí solo, la que consigue agitar mi estómago. La inapelable concatenación de los acontecimientos.
"me duele la mano otra vez y me duele la muñeca y no quiero contar esto.no quiero escribirlo.no quiero leerlo."
Termino el libro con mal cuerpo. Y no puedo evitar declarar mi incompetencia para acometer esta reseña, pero, ¿cómo dejar fuera este libro de este mi humilde hogar lector? Hay libros que hay que digerirlos. Sí, va a ser el estómago el sitio idóneo para sentirlos. No es hasta que empieza a desvanecerse mi malestar que viene a mi cabeza la cita de Kafka y comienza a cobrar vida esta reseña. Aun así, como cada vez que me agarra un libro, me quedo con la impresión de no haber sabido transmitirlo completamente. Sólo puedo reiterar que este libro me ha provocado una sensación que no me había dejado ninguno otro antes. Y he leído muchos libros.
"Hay ciertos libros -muy pocos- que nos dejan con la sensación de haber tocado un fondo del cual no podemos y no queremos salir siendo el mismo lector. Del color de la leche es uno de esos libros."
Valeria Luiselli, autora del prólogo de "Del color de la leche"

Del color de la leche - Nell Leyshon

tea cup. Fotografía de Kanko*

Esta es la historia de cómo Mary aprendió a leer y escribir. La historia de Mary, que tenía el pelo del color de la leche.Ficha del libro:
Título: Del color de la leche
Autor: Nell Leyshon
Editorial: Sexto Piso
Año de publicación: 2013
Nº de páginas: 184

Más sobre "Del color de la leche"


"Del color de la leche" obtuvo el Premio Libro del Año en 2014 que otorga anualmente el Gremio de Libreros de Madrid.
Os dejo a continuación el enlace a las primeras páginas de esta novela para que podais echarle un vistazo.
Primeras páginas de "Del color de la leche"

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