Para nadie es un secreto que, para Movistar, el año que está por terminar, ha sido uno de los más ajetreados con las subidas de precios, junto a complicaciones en tribunales ante la demanda de consumidores que no están satisfechos por interpretaciones en el contrato, e incluso la adquisición de Canal+ que lo hace referente del mercado de TV de pago. Sin embargo, el operador todavía tiene espacio para lidiar una batalla con un referente mundial, y nos referimos a Netflix.
Pero el pleito tiene una razón, pero el detonador final son algunos datos que justifican que Movistar podría contar con una de las peores conexiones en España y Europa; algo que se ha producido, debido a que gran mayoría de clientes del operador azul no pueden disfrutar de la forma más correcta de todos los contenidos en Netflix. Una batalla que apenas has comenzado y que no parece tener tregua en próximos meses.
Razones del conflictoEl conflicto no parece sencillo de solucionar, pero en teoría, según lo expuesto por ambas compañías, seria simple el terminar con esto al realizar un solo proceso.
En este caso, para Netflix es tan simple como el que Movistar lleve a cabo la instalación de sus servidores a las redes del distribuidor de contenido multimedia en línea (tal y como lo han realizado Orange y Vodafone), logrando acordar un peering (en otras palabras, que el acceso sea directo entre puntos de conexión con los que cuenta Netflix y la red de la firma operadora). De esta forma se solucionarían los problemas con los clientes de Movistar que así podrían disfrutar del servicio streaming de forma satisfactoria.
Así, Movistar también entiende que eso sería la mejor solución, pero ¿qué podría impulsar a Movistar a evitar este movimiento?; y la respuesta es muy simple, la firma no pretende abrir las puertas al mercado a un competidor (por lo menos no, hasta que pague el valor justo por dicho movimiento).
Particularmente, la razón de Movistar puede atender a la situación que se generó en el mercado norteamericano hace ya algunos años en dónde los operadores (en este caso Comcast y Verizon) no abrieron su red a menos que Netflix pagara por dicha posibilidad. Lo que hizo que el distribuidor de servicio streaming cediera para realizar el peering, realizando el pago justo por la conexión.
Movistar y su estrategia de líder en el mercadoAl final, Movistar sabe que cuenta con una de las redes con banda ancha más potente alrededor de España y no pretende ceder ante Netflix; sin embargo, el mayor perjudicados será el cliente del operador azul, quién sin identificar cual empresa podría tener la razón, sufrirán al no gozar de forma óptima del servicio de Netflix (si deciden contratar).
Lamentablemente para Movistar esto no es un caso omiso, y en la mayoría de casos no pretender dar su brazo a torcer como uno de los principales operadores en el mercado (y si no, entonces sólo basta preguntar a los clientes de Fusión+ que no pueden disfrutar de las dos más grandes competencias en todo Europa de fútbol: La Champions League y la Europe League).
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