El Sr. Martínez, veinte años de delegado sindical, ciento ochenta mil euros anuales, adalid contra la educación privada mientras sus hijos estudian en un elitista centro madrileño, encabezará la manifestación del próximo día 29 de Marzo, la previsible expresión orquestada desde las minorías sindicales contra el gobierno y contra los cinco millones de parados, que seguirán aumentando en número si que los siete mil seiscientos y pico millones de euros que tiramos a la basura por el día de paro, los ayuden en lo más mínimo.
El Sr. Méndez, habitual de Zalacaín, habrá de guardar otro tipo de dieta el día de autos, pues previsiblemente, tan elitista restaurante cerrará sus puertas ante la provocación que puede representar un establecimiento de lujo para la clase trabajadora en un día tan señalado; no obstante, D. Cándido acompañará a D. Ricardo en la cabecera de las reivindicaciones.
Durante siete años permanecieron callados, amasando las ayudas gubernamentales y sin encontrar motivo de movilización alguna pese a las escandalosas cifras de parados. Su servidumbre política queda patente cuando se convoca la huelga antes de los cien días de gobierno popular. Rajoy lo dijo, sigo sin creer que no fuese intencionado, asumiendo el precio de la reforma y sobre todo, el de gobernar. Si lo hace bien o mal, es algo que sabremos con el tiempo, pero no con la premura de estas movilizaciones que buscan la desestabilización del gobierno prematuramente, y se orquestan desde la oposición por motivos exclusivamente políticos, no sociales ni laborales.