Quien el miércoles se informó leyendo las portadas de tres de los cuatro periódicos nacionales que se editan en Madrid llegó a la conclusión de que una información vinculada a Begoña Gómez, la mujer del presidente socialista Pedro Sánchez, era mucho más importante que las lluvias torrenciales que ya habían causado los primeros muertos en el este de España. Así lo reflejaba el espacio dedicado en esas portadas a ambas noticias. Lo comenta en La Vanguardia [Fango, 02/11/2024] el periodista y comunicador Jordi Évole.
Quien de buena mañana puso la radio y oyó que la sesión de control del Congreso se había suspendido ante las noticias de los graves acontecimientos que llegaban de Valencia tuvo que sorprenderse cuando oyó que se había mantenido una de las votaciones. Ese ciudadano confundido pudo pensar que los diputados de los partidos que forman el Gobierno, o le dan eventual apoyo, la tarea más importante que tenían esa mañana era el nombramiento de los consejeros de la radio y la televisión pública española, cuestión que sin duda se sitúa entre las que más preocupan a los españoles.
Quien a las 13 h del martes vio al presidente valenciano pronunciar estas palabras tuvo que tranquilizarse: “Según la previsión, el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca en estos momentos, por lo que se espera que hacia las 18.00 disminuya su intensidad en la Comunidad Valenciana”. Veinte segundos de declaración, con el aplomo y la seguridad que se le piden a un responsable político en situaciones tan complejas. La declaración fue colgada por su equipo de comunicación en la cuenta oficial de Carlos Mazón en la red X. A media tarde ese tuit era eliminado. En ese momento cualquiera ya podía pensar que algo no se estaba haciendo bien.
El jueves, a primera hora, acudió a la zona afectada Alberto Núñez Feijóo (el miércoles fue a Letur, Albacete). Atendió a los medios para destacar la desinformación que estaba sufriendo por parte del Gobierno presidido por Sánchez. A la vez, señaló que la Agencia Española de Meteorología, organismo que depende de la Administración central, había informado tarde a los gobiernos autonómicos.
Mientras Feijóo hablaba, detrás de él se podía ver a Mazón, desde la tarde anterior ataviado con chaleco rojo de emergencias, con un lenguaje no verbal curioso. El presidente valenciano y compañero de partido de Feijóo miraba hacia otro lado o agachaba la cabeza mientras escuchaba lo que su líder decía. Solo repasando los tuits de los días anteriores de la Aemet se podía constatar que Feijóo mentía.
Al poco rato era Mazón el que hacía declaraciones. Detrás de él se podía ver al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El presidente valenciano utilizó unas palabras a las que ya estamos muy poco acostumbrados entre responsables políticos de diferentes partidos. Mazón se dirigió a Sánchez con un “gracias, presidente” y un “querido, presidente”, en un tono muy distinto al que había utilizado unas horas antes Núñez Feijóo.
Mazón llegó a la presidencia del Gobierno valenciano en el 2023 tras ganar las elecciones por mayoría simple. Fue de los primeros en llegar a un pacto con Vox para ser investido. El acuerdo duró poco más de un año. Hubo tiempo para que Mazón nombrase vicepresidente a un diputado de la formación ultra, popular por su trabajo anterior: torero. Una de las primeras medidas que tomaron fue la eliminación de la Unidad de Emergencias Valenciana. La decisión fue celebrada como una victoria por los recién llegados al poder.
Cuando el fango te llega a la cintura no hay máquina mediática o política que lo pueda limpiar. Y el escenario que nos podemos encontrar cuando sepamos toda la dimensión de la tragedia puede ser insoportable.