Durante nuestras vacaciones también hemos sacado algo de tiempo para hacer pequeñas manualidades sin complicación, capaces de dar un aire diferente a rincones de nuestras casas. Mirad estos cuadros, sobre todo las láminas: completamente desvaído el color a causa de la luz... Una de ellas posa sin el marco, una vez que tuvimos claro cómo íbamos a transformarlos.
Tomamos como soporte el cartón base sobre el que apoyaban los dibujos de las caracolas y, con las hojas de un libro viejo, hicimos un decoupage.
Hemos recurrido varias veces a las páginas envejecidas por el tiempo, pues nos gusta mucho el efecto que conseguimos.
El marco no se libra de un par de manos de pintura en un verde hoja muy suave.
Todos estos cambios vienen a acompañar a otro par de láminas, botánicas éstas, que, sin ser antiguas, llevan guardadas mas de una veintena de años; desde que las regalaran en alguna revista de decoración de las que antes devorábamos.
Del mar a la montaña, y de la cocina al salón...,
Nueva ubicación para estos dos cuadros de estética vintage y natural...,
..., esa que en la playa no podemos conseguir con plantas, pues nos resulta imposible mantenerlas...,
..., y que tanto echamos de menos.
Con este rincón decorativo verde que, tan bien encaja con la estética marinera, hemos resuelto el tema de la falta de flora ¿no creéis?
Y, por hoy, poco más que contar; tan solo, eso sí, desearos un magnífico
¡FELIZ FIN DE SEMANA!