
A LA NOCHE
Tú que me consuelas, inclínate sobre mi corazón sin hacer ruido.
Tú que callas, dispensa alivio a mis dolores.
Interpón tu sombra ante todo lo que es demasiado claro
y tráeme el entumecimiento que me brinda una huida estridente.
Déjame tu silencio, esa liberación atemperante.
Déjame que oculte el mal en la oscuridad.
Y cuando la claridad me mortifique con nuevas visiones
dame fuerzas para cumplir en todo momento con mi deber.
HANNAH ARENDT (1906-1975)
escritora germano-estadounidense

