MARAT – SADE, 1998
El problema ahora
es que hay muchos vigilantes
y pocos locos.
El problema ahora
es que la jaula está
en el interior del pájaro.
El poema es la erección del ahorcado.
Demasiado tarde y para nadie. Pero ahí.
Esperan su oportunidad
como luces apagadas.
Su vida se tramita
como un expediente.
Tienen los ojos veloces,
las manos más tristes,
el tiempo contado.
Siguen el cable
hasta el enchufe,
que es el morir.
Cuando nacimos
ya habían traducido el mundo
en un lenguaje equivocado.
Las cifras estaban destinadas.
Las fórmulas tenían veneno.
Tuvimos que aprender
a respirar debajo del agua
y seguimos esperando
que la piel del tiempo
no nos vuelva locos.
No queremos ser tratantes.
No queremos ser esclavos.
Continuamos una senda de sangre.
No olvidamos de qué está hecho el camino,
no olvidamos.
David Eloy Rodríguez (1976)
Poeta español