MURO CON BUGANVILLA
1
Mi primera memoria: el punto más bajo de la casa. El hueco a ras de suelo del armario de los juguetes, donde poso una muñeca desnuda que no dice mamá, que no dice papá.
2
Él, que sueña con el movimiento, con echar a andar fotogramas, se
conforma con poner los ojos en una mano, la mano en un lapicero, el
lapicero sobre un papel.
Él, que sueña con el movimiento, pasa las tardes frente a un muro. Su
primer muro. Vigila cada ladrillo negro, cada ladrillo blanco.
3
Aita y ama roncan al otro lado del pasillo.
Yo cuento estrellas, fluorescencias,
mi cama el globo que vuela en la oscuridad.
Aita y ama roncan más allá de mi puerta.
Travesía de manos pequeñas,
pies fríos y lunares en los brazos.
Aita y ama roncan en su habitación.
Yo cuento estrellas, fluorescencias.
Aita y ama roncan y cierro los ojos.
A veces tengo miedo de morir.
4
Mi madre me enseña a colocar los brazos en arco, el cuello estirado, la barbilla alta. Estirar las piernas, juntar los pies, abrir los empeines cuarenta y cinco grados. Meter el coxis, apretar las nalgas y mirar de frente. Me enseña la postura precisa y fuerte de la flor.
5
Cuencos de aire son macetas vacías. Barro seco y desnudo, exilio de las flores. Mis manos que de niña bailan, mis dedos que olvidan la música, mis uñas manchadas de tierra. Acerco la cara, aspiro hondo la oscuridad. Acaricio el hueco donde vive mi raíz.
Lucía Emmanuel (1985)
Poetisa española