Revista Política
Un gran mal de España es el sectarismo. La mayoría del pueblo, según yo lo veo, es capaz de creer la peor acusación, por poco creíble que sea, dirigida contra un partido hostil al suyo, pero es incapaz de aceptar ni la menor acusación contra "los suyos". Pero si no exigimos honradez a todos por igual, si no somos capaces de ser intransigentes en este punto en primer lugar y sobre todo con nuestro propio partido, no le haremos un gran servicio a España.