Otra semana más estoy por aquí sumándome al carnaval Maternidad de la A a la Z iniciado por Trimadre a los 30 hace unas semanas y que ha sido todo un exitazo. ¡Felicidades!
Llevo pensando todo el fin de semana sobre qué escribir y cómo plantearlo (ya sabéis, con sus pros y sus contras). Y me he dado cuenta de que, en sobre este tema, me sale la vena sensible o reivindicativa y mis entradas se tornan muy serias. Y me puse a pensar que sí, que la maternidad es algo serio, pues te haces cargo de una personita que depende totalmente de sus padres para vivir, pero también de su educación, de las bases sobre las que se levantará la persona que será mañana. Y esto es algo muy serio. Pero también hay otras cosas.
Así que hoy voy a hablaros del sentido del Humor. Que no todo va a ser ponernos serios y místicos. A mí la maternidad me cambió el sentido del humor. Porque si no, a ver de qué te va a dar por reírte con la primera caca que tienes que cambiar a tu retoño recién nacido, o te va a hacer gracia cuando llame “vieja” a la hermana de tu abuela “porque está muy arrugada” (esto pasó de verdad tal cual lo escribo), o te vas a partir de risa mientras ves la pompa verde que acaba de salirle de la nariz… Pues eso, que cuando te dan a tu bebé en brazos por primera vez, ahí, metido entre el primer pañal, te dan también una ración de humor surrealista.
Y luego están las contestaciones, ésas que sólo se le pueden ocurrir a un niño porque son tan obvias y tan de verdad que sólo puedes reírte, aunque estéis en mitad de una regañina o una rabieta. Hace poco el Mayor vino corriendo a buscarme a la cocina para que le acompañara al baño a hacer caca. Dejé lo que estaba haciendo y me dispuse a acompañarle, pero viendo lo despacito que iba, le pregunté por qué no se daba prisa y su contestación fue: “mamá, es que la caca pesa”. Y yo sólo pude reírme. Vamos, que a mí eso me lo dicen con 16 años y mando a quien me lo dijera al quinto pino a la voz de “serás guarro”.
Y a quién no le ha pasado, cambiando un pañal, que justo en ese instante ha habido un escape, más o menos líquido, que nos ha dado de lleno y, lejos de tirar al niño al suelo y salir pitando para darnos una ducha de 20 minutos como poco, no hemos tenido más remedio que reírnos junto a la otra parte (entiéndase el padre o madre de la criatura que seguro que estaba mirando). Anda, que si alguien te mea encima antes de ser madre o padre, vas a reírle tú la gracia…
Por supuesto, también están las risas que nos sacan los de fuera de casa con sus comentarios. Esos que llegan y empiezan a hacerle las palmitas al bebé (algo que llevas tú haciéndole una semana) y que, precisamente esa vez, tu hijo decide hacerlas también por primera vez y entonces esa persona ajena a tu hogar dice llena de orgullo: “mira, le he enseñado a dar palmitas” y entonces tú piensas para tus adentros “claro, que todas las veces que se lo he hecho yo no tienen nada que ver” mientras que sueltas una carcajada (también para adentro, no vaya a ser que se ofendan los de fuera).
CONTRAS:
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Puede que te rías después, pero a veces esas contestaciones tan inocentes o esos comportamientos propios de los niños pueden sacarte los colores más de una vez.
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Como dice el refrán, quien con niños se acuesta, meado se levanta. Puede que te haya hecho gracia que tu hijo juegue en la bañera y haya chapoteado a gusto, pero al final tú has acabado como si también te hubieras duchado.
PROS:
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La maternidad (o paternidad) te da una perspectiva distintas de las cosas. Esto es posible porque también te da un sentido del humor más puro si cabe porque es el humor de los niños.
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Con este nuevo sentido del humor, vuelves a descubrir la gracia de las cosas. Porque a ver, antes de ser madre o padre, ¿cuánto jugabas a las cosquillas…? Pero a las de verdad, no a encontrarle las cosquillas al padre o madre de tu criatura… ay, golosones…
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Cuando pensamos en la maternidad, se nos pueden venir a la cabeza rabietas, falta de sueño, estrés, cansancio… pero no debemos olvidarnos de las cosas buenas y divertidas. Que también las hay y muchas.
Ahora os toca a vosotros, venga, contadme cuál fue la última ocurrencia de vuestros peques que os hizo reír a carcajadas y que si os llega a pasar antes de la maternidad no os hubiera hecho ni pizca de gracia
“La maternidad de la A a la Z” es un carnaval de blogs iniciado por Trimadre a los Treinta que consiste en que cada madre participante describa un sentimiento al que ha descubierto un nuevo sentido con la maternidad, o una faceta de su personalidad que desconocía antes de ser madre. El objetivo es crear en red, colaborando unas con otras, un “Diccionario de madres” con el que reírnos, emocionarnos y conocernos un poco más.
Síguelo en Twitter #AZdelamaternidad.
Si estás interesada en participar, tienes toda la información a tu disposición aquí.