A tientas, yo te sigo.
Voy escalando tu mirada siniestra
en alborada de imágenes sutiles.
Descubriéndote...
Visiones eclipsadas de agua silente, minúsculas aún de caricias, plenas de desapegos
pero,
vuelvo a tu estancia...
algo del silencio de la noche arropa mis adentros enraizados de ciénagas y olvidos;
algo del otrora, vital y ágil me abraza por dentro...
Enrumbo hacia ti.
Navío plácido...
Calor tenue, esperanzador,trémulo,
añoranza abierta de pasos destilantes y crujientes de
sentidos alborotados y encandilantes...
Voy volteando la acera de esta esquina,
diviso apenas la colina verde de tus ojos tibios,
reemplazar el estar por un nuevo silencio,
me embriaga de lucidez...
Quiero adentrarme y cobijarlo todo:
Saltar por las aceras, sonreír al traunseúnte de a pie,
al artista lejano, al soñador soñado,
cogerte del brazo par, mirarte en llano, de pie y junto,
esperar que vuelva del vuelo siniestro de aves sin ramas a cuestas,
entrelazarme en el roce de tu mirar altivo y distante, en plena escalada de silencios,
bordearte nuevamente, detenerme.
Volver del tropel, sin la ansiedad de agua y hojas secas,
aherrojada en vos y anhelante...
El atisbo de pasos- tus pasos- caminantes en círculo;
anochecer de fuegos, angustia constante u oscilante,
soltarme de estas distancias, sin armas a bordo ni auroras amenazantes,
Volver a ti con la confianza puesta al hombro, plena de abrazos y ternura al segundo...
bucle azaroso girando y girando,
atravesando el hemisferio septentrionalmente de derecha a izquierda y viceversa,
al centro y unívoco;
removiéndome,
vuelvo a Ser...
VEHL