memoriza días, pero sucede que los confunde y le confunde su paso.
y el paso de los días, confunde los suyos.
y sus pasos, se confunden entre la esquiva lucidez y la crueldad de la evidencia.
y la evidente crueldad, le conduce hasta la rabia y la lágrima.
y las resecas lágrimas, entretejen un mantón de olvido.
y el nocivo olvido, le contagia cobardía y miedo.
y el maldito miedo, borra sus pasos del último día memorizado.
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