Los sueños que son tomados de nuestro exterior, es decir que no nacen en lo más profundo de nuestro corazón nutridos por nuestra propia esencia, no son tales, sino demandas sociales creadas por heridas históricas que resuenan con los estados de necesidad de nuestro ego, en definitiva una invitación a reforzar nuestro victimismo y el de la misma sociedad, que implica siempre renunciar a nuestro poder creativo. Así han nacido muchas revoluciones que nos han llevado no a una mayor concordia, sino a nuevos enfrentamientos entre nosotros en el laberinto de la dualidad. Un sueño auténtico nace más allá de las necesidades de nuestro ego y por lo tanto fuera de ese laberinto. Seguirlo nos da alas, su camino nos enriquece como personas. Una nueva humanidad no se puede construir con sueños que no nazcan en la originalidad de cada uno de nuestros corazones, es decir de nuestra propia creatividad. Por eso, un sueño auténtico no puede ser fruto de una reivindicación social, sino consecuencia de vernos y sentirnos creadores del futuro.
Desplegar la vela de nuestros sueños auténticos y dejar la playa de nuestros victimismos ... navegar hacia el horizonte de una nueva humanidad atravesando las nubes de los "falsos sueños", que pretenden atarnos a las luchas sociales, al enfrentamiento entre nosotros.
Construir un futuro que ya vive en nuestro corazón, realizar nuestros propios sueños, es contar con su sabiduría, la cual nos garantiza avanzar sin enemigos, sin enfrentar unas banderas a otras, mejor aún, sin necesidad de ninguna bandera. Ir en pos de nuestros auténticos sueños es el mayor acto de libertad, pues no requiere el permiso de nadie ni sacar nuestra espada. Además, en cada paso que demos la confianza en nuestro poder creador aumenta. Seguir un sueño auténtico es ir a nuestro propio encuentro, descubrirnos como nuestro propio tesoro. Una sociedad de personas así enriquecidas viviría en la abundancia de quien sabe que sus bienes no se pueden acabar. Querido lector, no tomes sueños prestados, que vienen de fuera disfrazados de promesas de felicidad, busca en tu corazón los que verdaderamente te pertenecen y entrégalos al mundo, enriquécenos a todos desde tu fuente inagotable de creatividad. ¿Qué te parece empezar hoy mismo ...?