Estamos acostumbrados a encontrar estancias que se plagan de color y de contrastes. Espacios donde la luz se focaliza y se encarga de aportar volumen y decoración. Pero existen también con maestría, espacios y estancias en las que una delicada madera, una combinación de colores suaves, o el equilibrio desenfadado un espacio casi shabby se hacen ver como autenticas obras de arte.
Así es esta casa, y escenario, en el que los volúmenes, y las formas de construcción, pintura y acabado, hacen que de repente cobren vida los paramentos verticales.
Un lugar de piezas sencillas y donde la colocación de las mismas hacen que se vea y se aprecie de manera amplia y luminosa, un entorno e interior confortable.
De puffs, de linos, y donde la luz se deja ver entre distintas formas de arquitectura.
A veces tendemos a diseñar espacios en los que se sientan los materiales y las tonalidades, pero sin duda, si nos centramos en colores de madera delicada y luminosa, conseguiremos un interior en el que la luz se defina por si sola.
Con ideas variadas de distribución en altura, y donde hasta podemos tomar nota de donde o como pintar de manera diferente.
No se que os parecerá pero sin duda, es prácticamente un espacio único.
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