Revista Economía

Deloitte avisa de la posibilidad que el F.C. Barcelona se convierta en una SAD

Publicado el 18 octubre 2010 por Quim @Quim_Marques
KMPG ha dictaminado que la situación económica del F.C. Barcelona es muy grave. Igual o peor que la social. Y es que la fractura de la masa social del F.C. Barcelona entre rosellistas y laportistas se consumó el pasado sábado en la asamblea de compromisarios celebrada en Barcelona donde se aprobó el inicio de un proceso judicial al anterior presidente, Joan Laporta y los miembros de sus juntas directivas, mediante una acción social de responsabilidad, por unas pérdidas acumuladas a lo largo de sus mandatos, según constató la due diligence realizada por la consultora Deloitte, por valor de 48,7 millones de euros.
Los compromisarios aprobaron el inicio del procedimiento por tan solo un margen de 29 votos (468 a favor y 439 en contra). Lo ajustado del resultado indica el nivel de fractura que se visualizó hasta en la nueva junta directiva, presidida por Sandro Rosell, con nueve votos a favor del procesamiento y nueve abstenciones, entre ellas la del presidente.
Por otro lado, la nueva junta directiva, ha reformulado las cuentas presentadas por Laporta a finales de junio, que inicialmente presentaban unos beneficios de 11,9 millones, para finalmente presentar unas pérdidas de 79,6 millones. Además presentaron a la asamblea un presupuesto para la presente temporada que contempla más números rojos, en este caso superiores a los 21 millones.
Pero lo peor de esas cuentas reformuladas presentadas por Rosell es el afloramiento de un patrimonio neto negativo por valor de 59,1 millones debido fundamentalmente a una deuda financiera neta superior a los 100 millones. Ello comporta no cumplir con la normativa de la Ley del Deporte (disposiciones adicionales 7 y 8) que obliga a un club deportivo a convertirse en sociedad anónima deportiva (SAD) si no dispone de un patrimonio neto positivo.
Hay que decir que al haber sido reformuladas las cuentas por la nueva junta, y por tanto firmadas por ellos, se han hecho responsables de lo acaecido en la temporada 2009/2010 desde el punto de vista contable.
Es vital pues para la supervivencia del Barça como club deportivo que la nueva junta proceda rápidamente a la reducción de la deuda para reequilibrar el patrimonio. Esta es su voluntad y la máxima preocupación del vicepresidente económico. Xavier Faus, pero existe una fuerte incertidumbre tal y como pone de manifiesto la consultora Deloitte en el quinto punto (de siete que hay) en la auditoría a las cuentas reformuladas.
Y es que el principal cliente del FC Barcelona del cual recibe un tercio del total de los ingresos anuales, es Mediapro que como ya se sabe está en un proceso de concurso de acreedores, con los libros en el juzgado mercantil y con dos administradores judiciales al frente.
Aunque en la asamblea no se quiso profundizar en ese tema el grave semblante de Rosell y de los miembros de su junta delataba la tensión frente a esa posibilidad. El club catalán tiene varias posibilidades para potenciar sus ingresos y no llegar a ser una SAD, escenario que nadie desea. Entre ellos la posibilidad de encontrar un buen sponsor para la camiseta del primer equipo. En la actualidad no solo no se cobra sino que se paga a Unicef por usar su nombre.
La fractura será la peor de la historia del club y mucho más intensa que la vivida en otra época entre nuñistas y cruyffistas. En esta ocasión se enfrentan dos presidentes, dos personas electas. La acción de responsabilidad, que se dirimirá en la jurisdicción civil, puede demorar su desenlace, por la lentitud de la justicia española y la complejidad del caso, casi toda la vida del mandato Rosell.
Mucho se hablará de la viabilidad de esta acción de responsabilidad. Una cosa es que la anterior junta viviera en un estado de opulencia a costa del club y otra es que se encuentren indicios suficientes para imputar responsabilidades por indicios criminales.
Además, en caso de exigencia de responsabilidades, demanda que préviamene debe ser adminida a trámite por un juez, deberán ser compartidas mancomunadamente por todos los miembros de las juntas anteriores entre los que se encuentran varios de los directivos actuales, entre ellos el propio Rosell.
El presupuesto para la presente temporada que contempla unas pérdidas de 21 millones según la nueva junta es producto de la exigencia de Deloitte para que se provisionara como pérdida la parte proporcional de la amortización del fichaje de Zlatan Ibrahimovic.
Los ingresos previstos se mantienen en los 405 millones anunciados mientras que la previsión los gastos pasa por reducirlos en un 5%.
Otra cosa es lo que están convencidos que podría pasar a partir de la 2011-2012. Sus previsiones son muy optimistas y calculan, dentro del plan de negocio para estos seis años de mandato de Sandro Rosell como presidente, que se podría llegar a los 15 millones de euros de beneficios. Considera la actual junta directiva que se duplicaría esa cantidad en la temporada 2013-2014 y que para la siguiente ya se alcanzarían los 50 millones, que es la cantidad que mejor corresponde al potencial económico del Barça una vez hechos todos los reajustes.

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