Revista Cine
Director: Kornél Mundruczó
¿Saben lo que voy a hacer? ¡¿Saben lo que voy a hacer?! Creo que voy a ver de nuevo la maldita y magnífica primera temporada de esa obra maestra absoluta que es "Vinyl" (not today, not tomorrow), que, como tal, fue completamente ignorada e infravalorada. Demonios, creo que también voy a ver las tres primeras temporadas de "Boardwalk Empire". Sí señor, ver "Vinyl" me hará tremendo bien al espíritu. Y, por supuesto, no se pierdan "The Leftovers", ¡que ya lleva tres episodios de su temporada final! ¡Vamos, amigos, a mover el puto esqueleto! ¡Quiero mover el bote, quiero mover el bote, quiero mover el bote! ¡Me gusta!
Kornél Mundruczó es un cineasta húngaro con el que hace rato que nos estamos poniendo al día dado que, antes de ver "Fehér isten", la película que más me interesaba de él, decidí que era buena idea ver su filmografía anterior. Coincidencias de la vida, Mundruczó estará participando en la Selección Oficial de Cannes 2017 con una película sobre refugiados, y como ustedes saben, estos días hemos estado haciendo un exhaustivo pero finalmente incompleto repaso a las películas de los directores que competirán por la codiciada Palma de Oro, así que viendo "Delta", "Tender son" y "Fehér isten" me permito matar dos pájaros de un tiro.
Kornél Mundruczó no es Béla Tarr (no tiene su lírica, su tempo, su cosmovisión), sin embargo se esfuerza y "Delta" es una buena muestra de ello.
"Delta" transcurre en el delta del Danubio, a donde retorna nuestro protagonista, un sujeto misterioso y de elusivo pasado cuya llegada trastoca la rutina de su madre, el esposo de ésta (que no es el padre de él ni de la otra) y una hermana que ya ha crecido bastante. El argumento no es nada del otro mundo ni tampoco muy elaborado, sin embargo esta premisa permitirá que Mundruczó escarbe y/o escudriñe en las relaciones humanas y, supongo, en cierto tipo de vida húngara: una vida lenta, áspera, cortante; una vida que se tensiona a la llegada del protagonista, cuya presencia parece cautivar peligrosamente a su hermana e irritar, igual de peligrosamente, a su padrastro. En cualquier caso el mayor interés de "Delta" radica en su descripción de personajes, escenarios y, digamos, lugares sociales o humanos: tenemos la belleza del delta pero también la mugre de los pantanos y de los bares; tenemos la inocencia de la muchacha pero también la podredumbre del padrastro y de los borrachos y demás ratas. Pura descripción, una visión cruda y pesimista. De esta forma, durante gran parte del metraje vemos a estos dos hermanos retomar su relación mientras el retornado construye su casa, ella soluciona asuntos con su madre y su padrastro, y la madre y el padrastro administrar ese bar lleno de comensales que de día se rompen el lomo y de noche se emborrachan hasta la inconciencia mientras de fondo suena interesante música húngara cuyo efecto es magnético e hipnótico. A propósito, ¿he mencionado que me encanta el idioma húngaro? Suena tan diabólico y tenebroso, o mejor dicho grueso y brutal; me encantaría aprenderlo, hablarlo y sonar como si viniese del mismo infierno, aunque mi voz debería ser más ronca, pero eso se puede trabajar.
No será Tarr, pero Mundruczó crea una atmósfera dura y logra transmitir esta inherente dualidad moral de manera pausada pero contundente.
Lo único que no me gustó fue el final, por abrupto, precipitado y nada que ver, incluso gratuito. Tiene que ver con brutalidad, amoralidad y podredumbre humana, sin embargo sale de la nada, responde a un conflicto fugaz y forzado que no se relaciona en lo absoluto a los conflictos vistos previamente durante el metraje (con el padre, la madre, algún borracho): es violencia que pasa y listo, sin construcción, tan repentina que no alcanza a enmarcarse en la putrefacta descripción humana del lugar; es un desenlace que solamente conduce a un resultado, no una situación que potencie la reflexión, la descripción, la visión de la gente y los espacios, sin lo cual el resultado se queda escuálido y vacío: un instrumento usado en vano. De todos modos no dejemos que esos breves minutos finales empañen un conjunto francamente interesante.
Después de "Fehér isten", "Delta" es la mejor película de Kornél Mundruczó, seguida de "Johanna", "Pleasant Days" y "Tender Son". Yo que ustedes veo ésta y la de los perros, y quizás "Johanna" sólo por curiosidad, como es un oscuro musical húngaro...