Durante el mes que volví a vivir en Saigón tuve ocasión de hacer algunos viajes por el interior de Vietnam. Uno de los destinos elegidos fue el Delta del Mekong, una región del Sur de Vietnam que ya había visitado en octubre de 2007.
En esta ocasión contaba con un compañero de viaje de excepción, David Esteban, Flapy para los amigos. David llevaba tiempo queriendo poner la marca en el Sur de Vietnam y aprovechó mi estancia para venir de visita desde Japón.
Durante unos días tuve el placer de ejercer de guía turístico en Saigón y llevármelo de excursión al Delta del Mekong. Para poder viajar a esta zona de Vietnam lo que hice fue acercarme a una de las muchas agencias de viaje en la calle De Tham en Pham Ngu Lao (el barrio mochilero de Saigón) y contratar una excursión de dos días con transporte y alojamiento incluído. El precio rondó los 530.000 dongs (20€) por persona.
Aunque en el mapa parezca que está cerca de Ho Chi Minh City, la región del Delta del Mekong es un área atravesada por infinidad de ríos y canales y las comunicaciones terrestres son complicadas y llevan su tiempo. En Vietnam algunas excursiones pueden realizarse a la aventura y sobre la marcha, Sapa podría ser un ejemplo de ello. En cambio otras excursiones como el Delta del Mekong o la Bahía de Ha Long son mucho más cómodas de realizar a través de una agencia local (yo siempre recomiendo TheSinhTourist | SinhCafe). Lo interesante de estos lugares sólo puede apreciarse montado en una embarcación y el coste de alquilar el servicio in situ para una única persona o un grupo reducido es considerablemente mayor que si se contrata mediante una agencia.
No hablamos ya de llegar por carretera hasta los respectivos puntos de atraque, una temeridad que únicamente pueden afrontar aquellos que han vivido un tiempo en Vietnam y tienen experiencia moviéndose en moto o en autobuses locales; turistas por favor abstenerse. Estamos de acuerdo en que por 20€ no merece la pena.
El Mekong es un río, el más grande del sudeste asiático con 4.200 km de longitud y el único río de Asia que discurre por seis países. Nace en el Himalaya, en la meseta tibetana de la provincia de Qinghai en China, y atraviesa Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam antes de desembocar en el Mar de China Meridional. A su paso por cada uno de los seis países recibe una denominación distinta pero para todos ellos supone una fuente importante de abastecimiento para la población que se concentra en su cuenca, no sólo de agua para los cultivos de arroz, principal producto de consumo en esta zona del mundo, sino también de pescado.
A su llegada a Vietnam el Mekong se divide en nueve ramificaciones que desembocan en estuarios, por lo que el río es conocido como Sông Cửu Long (Río de los Nueve Dragones). Los sedimentos del Mekong han dado lugar con el paso de los siglos a un delta delimitado por una extensión de 39.000 km cuadrados (como toda Cataluña), una región en la que viven cerca de 20 millones de personas. Las principales ciudades son Mỹ Tho, Vĩnh Long y Cần Thơ.
El tour nos lleva en autobús desde Ho Chi Minh City hasta la provincia de Bến Tre. Allí nos montamos en una barca que hace un recorrido por el río para enseñarnos el estilo de vida de los habitantes del Mekong. La mayoría de los asentamientos están situados en la misma orilla del río. Observamos que las casas se construyen elevadas sobre pilares, la causa es la crecida del río Mekong a razón de dos veces al día por efectos de la marea. También podemos ver que a la puerta de cada casa hay un punto de amarre para la barca. El principal medio de transporte de la zona es por agua, bien sea a través de los ríos principales en los que se divide el Mekong hasta su desembocadura o la extensa red de canales por la que están interconectados.
Algunas familias no pueden permitirse tener una casa así que viven en barcazas a la deriva constante. La embarcación es al mismo tiempo parte de la vivienda y parte del negocio, el intercambio de mercancías es una de las principales fuentes de economía de la región del Mekong junto con los cultivos de arroz.
Ponemos un pie en tierra y conocemos las distintas actividades a las que se dedican los vietnamitas que habitan el Mekong. Esta señora por ejemplo se dedica a hacer tortas de trigo de forma incansable durante toda la jornada. Así todos los días de la semana, sin días de descanso ni vacaciones.
Después de pasar unas horas en Bến Tre continuamos nuestro camino hacia el sur en autobús hasta llegar al ferry que permite cruzar desde la provincia de Vĩnh Long a la ciudad Cần Thơ por encima del río Hậu, la principal ramificación del Mekong. El sistema de ferry está destinado al tráfico de personas a pie, en moto o en vehículos de cuatro ruedas de una orilla a la otra y viceversa.
El tiempo de espera suele ser de media hora pero en hora punta puede llegar a una hora. Supone uno de los principales cuellos de botella de la autopista A1 que conecta el país de norte a sur. Sin embargo, para alivio de muchos este que veis en la foto será uno de los últimos ferries que tendrán que tomar para alcanzar la otra orilla ya que apenas unas semanas después, el 12 de Abril, será inaugurado el puente colgante que veis detrás, una de las mayores obras de infraestructura de Vietnam.
Llegar a Cần Thơ, la capital del Delta del Mekong, será a partir de ahora más rápido. Una vez allí el grupo de turistas se dispone a pasar la noche. Por un lado está la opción del hotel con aire acondicionado y todas las comodidades de un tres estrellas y por otro hacer home stay con una familia vietnamita, pasar la noche en una cabaña de madera en medio de la selva a las afueras de la ciudad. Por supuesto unos tíos intrépidos como nosotros nos decantamos por la segunda opción; en realidad no deje a Flapy la posibilidad de escoger pero supuse que así la experiencia sería más auténtica, eso sí RELEC en mano. La protección anti-mosquitos es fundamental en un entorno tan salvaje y aunque las camas están equipadas con redes mosquiteras no es suficiente. En fin, no quisiera enumerar la lista de enfermedades tropicales que pueden llegar a transmitir los mosquitos porque echaría para atrás a algunos y se trata de animar a los lectores a viajar hasta aquí.
Después de dormir más o menos cómodos por causa del calor y la humedad despertamos aparentemente sin ninguna picadura de mosquito. Misión cumplida, habíamos sobrevivido a una noche en el Mekong. Aquí una foto de los dos valientes aventureros con sendas ikucamisetas.
Nos ponemos en marcha con el alba en dirección al río Hậu circulando por la red de canales que rodean Cần Thơ.
Por el camino vemos las mismas escenas cotidianas que se repiten cada mañana en cualquier parte del mundo, la mujer que acerca a su marido al trabajo, la señora que friega los cacharros que dejó de la cena de anoche o la madre que lleva a su hija al colegio y se va con la cesta a hacer la compra. Situaciones que nos resultan familiares pero que observamos con cierta conmoción por la forma tan distinta en que tienen lugar aquí.
6 km al Sur de Cần Thơ se encuenta el mercado flotante de Cái Răng, el punto estrella del tour. A las 8 de la mañana el mercado está en plena actividad, con los comerciantes intercambiando mercancías de barco a barco. El mercado sólo permanece abierto durante las primeras horas del día, lo que implica necesariamente tener que pasar la noche en Cần Thơ ya que no daría tiempo a verlo viniendo desde Ho Chi Minh City en la misma jornada. Cualquier tour al Delta del Mekong de un único día no incluye la visita al mercado de Cái Răng y no merece la pena por tanto.
Una forma curiosa de comerciar la de los mercados flotantes, ¿no os parece? ¿Créeis que existe algún motivo por el que los intercambios se llevan a cabo en mitad del río y no en la orilla? Efectivamente, existe. En Vietnam las transacciones comerciales que no tienen lugar en tierra firme están exentas de impuestos.
El funcionamiento del mercado flotante es el siguiente. Con las primeras luces del día llegan los agricultores en sus pequeños botes con los productos que han recogido de sus huertos, principalmente frutas y verduras. Los comerciantes, que viven con sus familias en la barcaza, cuelgan en la proa un palo de forma vertical. El agricultor ofrece al comerciante aquellas frutas y verduras que aún no cuelgan del palo y que pueden serle de interés. El comerciante va comprando a distintos agricultores aquellos productos que estima oportuno y coloca la mercancía en la cubierta del barco.
Pasadas unas horas los roles se invierten. Los agricultores se retiran con los botes vacíos y llega el turno de los compradores, que se acercan hasta el mercado desde la orilla o desde otras barcazas. La mercancía aquí es más barata que en los mercados en tierra (por lo que he comentado de los impuestos) por lo que para muchos merece la pena echarse al agua. Los clientes se acercan hasta las barcazas y ven lo que cada comerciante ofrece por la muestra que cuelga del palo de proa. Si se trata del producto que andan buscando se aproximan a examinar la mercancía y proceden a la compra. Es importante remarcar que el pago puede hacerse mediante moneda o trueque.
Como podemos ver, en ocasiones algunos comerciantes pueden estar interesados en comerciar con un único tipo de producto. Por ejemplo a este señor sólo le interesan las calabazas.
Algunos de los compradores que se acercan hasta el mercado flotante luego revenden la mercancía en su puesto en el mercado del tierra firme. El más próximo está situado en la orilla misma de Cái Răng.
Desde este mercado parten a media mañana las mercancías con destino a otros mercados en tierra cercanos, donde gran parte de la población se abastece de bienes alimenticios. El mercado de Vĩnh Long es un ejemplo de estos mercados en tierra y la última parada del tour antes de regresar a Ho Chi Minh City al final del segundo día.
Se calcula que unos cien millones de personas en el mundo basan su sustento en el río Mekong. Se trata de uno de los ecosistemas humanos más importantes del planeta y al mismo tiempo uno de los más sensibles, ya que tiene que hacer frente a serias amenazas como la deforestación y la construcción de grandes presas de forma unilateral por parte de alguno de los países de su cuenca. Vietnam es el último país de la península de Indochina en ser regado por las agua del Mekong y por tanto el que puede verse más seriamente afectado por acciones emprendidas por otros países, es importante por ello la colaboración mutua entre las distintas naciones por las que el río discurre. Los cultivos de arroz del Delta del Mekong permiten alimentar por un año a toda una población de 80 millones de personas en Vietnam, así que si por cualquier motivo el nivel de agua no llegara a ser suficiente para regar los campos de esta región el problema desembocaría en una catastrofe alimentaria de grandes proporciones.
Al mismo tiempo, tan importante es la falta de agua como el exceso de esta. La región del Delta del Mekong está considerada como una de las más susceptibles de sufrir los efectos del calentamiento global. El territorio está casi en su totalidad situado al nivel del mar por lo que un incremento en el nivel del mismo anegaría por completo pueblos y ciudades. Se ha podido predecir que al ritmo de incremento actual parte del terreno de algunas provincias del Delta del Mekong habrá desaparecido en el año 2030. Se calcula que un aumento de 1 metro en el nivel del mar inundaría hasta el 50% en alguna de estas provincias.