Una ex asistente legal del departamento de Contratos de la farmacéutica Sanofi ha denunciado a la compañía por sobornos “masivos” a farmacias y hospitales de Estados Unidos. El laboratorio incentivaría así la venta de medicamentos contra la diabetes.
La denuncia ha sido interpuesta contra el laboratorio y varios de sus más altos responsables, entre ellos el ya despedido Christopher Viehbacher. No es la primera ocasión en la que Sanofi es relacionada con prácticas ilícitas. Hace apenas dos años, el laboratorio francés tuvo que pagar una sanción de 109 millones de dólares por dar jeringas gratuitas de Hyalgan (contra la artritis) a los médicos para facilitar su prescripción.
Además, en su país de origen, Francia, el laboratorio ha sido sancionada por desprestigiar genérico de Plavix de su competencia.
Sanofi verá en los próximos meses cómo comienzan acciones legales en España por el grupo de afectadas por el fármaco Agreal, las autodenominadas Agreal Luchadoras. El medicamento, retirado en 2005, se recetaba para los sofocos de la menopausia.
La última sentencia judicial confirma que el asunto no ha hecho más que comenzar y me consta que hay otros grupos de mujeres a la expectativa; dañadas pero que tampoco han iniciado acciones legales por ello.
Se da la circunstancia de que Sanofi Pasteur (división de vacunas de la primera) y Merck, Sharp & Dohme (MSD), aliadas como mayor empresa de vacunas de Europa, también están siendo demandadas por los daños que están provocando con la vacuna del papiloma humano en todo el mundo.
Sólo un día después de conocer por Redacción médica la demanda por sobornos, dicho periódico publica una extensa entrevista con el máximo responsable de la compañía en España al cumplirse veinte años de su existencia. Fue una bonita oportunidad para preguntarle por todos estos asuntos legales que se desaprovechó. Por no hablar, ni se cita que este laboratorio -demandado por sobornos y daños provocados por sus medicamentos- ha demandado a su vez al Ministerio de Sanidad español por su vacuna de la varicela Varivax.
El laboratorio Sanofi Pasteur Merck, Sharp & Dohme lleva meses tratando de dar un pelotazo con su vacuna de la varicela. En la operación se dan presiones al estilo mafia sobre altos funcionarios sanitarios públicos y perversos y decisivos conflictos de interés por haber relegado la Administración -con razón- su venta a los hospitales y no incluirla en el calendario de vacunaciones.
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