Demencia senil y Alzheimer: ¿Cuáles son las diferencias?
A veces, los términos demencia senil y Alzheimer se usan indistintamente. Sin embargo, es bueno aclarar que existen importantes diferencias entre estas dos enfermedades. En este artículo te ayudaremos a conocerlos más de cerca.
Demencia senil y Alzheimer: ¿Cuáles son las diferencias?
Muy a menudo, los dos conceptos de demencia senil y Alzheimer se usan indistintamente, creando cierta confusión. Por el contrario, son dos patologías distintas con características propias. Aunque ambos implican el deterioro de la actividad cerebral, conviene aclarar las diferencias que los distinguen.
Demencia senil y Alzheimer
A continuación procederemos a definir estos dos términos, con el fin de enfatizar mejor las peculiaridades y diferencias.
Demencia senil
Según entendemos, el término “senil” se utiliza para indicar las deficiencias cognitivas e intelectuales particulares que aparecen en las personas mayores, generalmente a partir de los 65 años. Como se anticipó, en realidad no es una enfermedad real, sino un conjunto de síntomas, según la Asociación de Alzheimer.
Una vez que se deterioran la memoria y otras habilidades de razonamiento, la interferencia en la vida diaria es particularmente problemática y requiere un esfuerzo considerable por parte de la familia.
En otras palabras, la demencia senil puede referirse a cualquier tipo de demencia. Como tal, puede ser causado por diversas enfermedades . Por tanto, puede deberse a una enfermedad vascular, una enfermedad del sistema nervioso central o, de hecho, al Alzheimer.
Alzheimer
Por lo tanto, se deduce que el Alzheimer es un tipo específico de demencia . Sin embargo, sus causas (su etiología) ahora son bien conocidas.
Se caracteriza por la pérdida de neuronas, con la consiguiente disminución de la densidad sináptica (por sinapsis nos referimos a la conexión entre dos neuronas). Además, varias sustancias, como el material amiloide, se depositan en el tejido nervioso. También se producen alteraciones en los neurotransmisores y atrofia moderada de la corteza cerebral .
Las diferencia entre demencia senil y Alzheimer
La ubicación de las lesiones
El Alzheimer es una demencia de tipo cortical: es la materia gris del cerebro la que se ve afectada . Las funciones controladas por la materia gris (corteza) son, por tanto, las más afectadas por la enfermedad. Particularmente: Juicio. Memoria. Atención. Concentración.
Cuadro clínico de la demencia
El cuadro clínico de la enfermedad de Alzheimer progresa durante aproximadamente 5 a 10 años y se desarrolla en etapas . El primero se caracteriza por una disminución de la resistencia a la fatiga y la adaptabilidad en actividades extraordinarias. También aparecen pequeños olvidos y negación de la enfermedad, pero también preocupación y ansiedad.
Durante la segunda fase, la incapacidad para realizar acciones extraordinarias es más evidente. Esto se acompaña de pérdida de atención, falta de concentración, pérdida de memoria y síntomas depresivos.
En la tercera etapa hay una disminución en la capacidad de adaptarse a las tareas ordinarias . Además, se produce una desregulación emocional. Durante la cuarta etapa, la capacidad de adaptarse a las tareas ordinarias ya está gravemente afectada. La persona desconoce su enfermedad y hay un cambio de personalidad. La quinta etapa está marcada por un déficit cognitivo ya muy evidente. Finalmente, en la sexta fase, el paciente ya no reconoce a los miembros de la familia y depende completamente del apoyo de los demás.
Por el contrario, las demencias vasculares se desarrollan debido a ataques isquémicos transitorios, que reducen el flujo sanguíneo al cerebro. Esto significa que el daño es acumulativo y la evolución es “en intervalos”. Ocurren disminuciones abruptas en las funciones superiores, seguidas de pequeñas estabilizaciones.
Otras demencias se deben a enfermedades más específicas del sistema nervioso. El cuadro clínico, por tanto, cambia según la patología causante.