La cuestión fundamental es ir reduciendo la jornada laboral para que se pueda repartir el trabajo entre todos y así tener más tiempo libre. Esto no se puede pactar con la patronal porque se opondría de forma tajante, sino que se debe exigir como medida de solidaridad y respuesta a la esclavitud impuesta por la dictadura del Capital y el Estado con huelgas de larga duración. Los trabajadores conscientes debemos hacer valer nuestra fuerza sino queremos sucumbir en la miseria del paro y el trabajo precario como forma de supervivencia.