Revista Opinión

Demonio de Medianoche

Publicado el 25 febrero 2018 por Carlosgu82

The Midnight Man, 2016

Alex Luster (Gabrielle Haugh) es una chica común y corriente que debe cuidar a su abuela Anna (Lin Shaye), por cuestiones de salud y por ser prácticamente su único familiar con vida, la madre de Alex murió cuando ella era pequeña y ahora debía hacerse cargo de su abuela que padece demencia. Una noche fría, mientras Alex cuida de Anna, descubre en el ático una caja vieja que llama su atención, junto con su amigo Miles (Grayson Gabriel), decide abrirla para saciar su curiosidad y ver que contiene, lo que encuentran es algo más, que un sencillo juego de mesa y ahora deberán enfrentar las consecuencias.

Cinta de terror dirigida por Travis Sariwny (Intruder, 2016), protagonizada por una inocente y casi plana Gabrielle Haugh (El regreso del demonio, 2017), que debe cuidar a su abuela enferma, la genial Lin Shaye, a quien hemos visto en las cintas de Insidious, definitivamente le van esos papeles y es lo mejor de esta cinta, incluso, la abuela da mucho más miedo que el Midnight man, Grayson Gabriel, actor de series como ‘Once upon a time’, ‘Dirk Gently´s Holistic Detective Agency’ y ‘iZombie’, interpreta al mejor amigo de Alex, Emily Haine, actriz en series como ‘Los 100’, ‘Fargo’ y ‘Supernatural’ se une un poco tarde a la acción y además cuenta con la maravillosa participación de Robert Englund, el mismismo Freddy Krueger se enfrenta al Midnight Man, bueno eso hubiera sido interesante.

Demonio de Medianoche

La trama de la cinta es bastante buena como para haberle dado un mejor trato al guion, pero no fue así, se fueron con lo básico, lo que ha funcionado, lo que vende, los sustos baratos, el sonido estridente, las risas malvadas, con excelentes actores como Englund y Shaye, pudieron haber hecho una gran cinta, pero, de nuevo, no fue así. Es básicamente lo mismo, con otras caras, la actuación de Shaye se lleva por mucho todo lo demás, incluso al mismísimo demonio de la película, da mucho más miedo la abuelita demente, que el demonio tramposo del juego.

Casi entretenida, lo único por lo que vale la pena verla es por las actuaciones de Lin Shaye y Robert Englund, se queda muy corta para ser más que una cinta dominguera de fondo mientras trapeas, le falta mucho trasfondo, el guion es bastante flojo, las actuaciones, cinematografía y la idea son buenas, pero al guion le falto un estirón y mucha investigación más.


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