Soy capaz de sentir que mi cuerpo yace acostado y calmado en una tabla fría y rígida,estoy impregnada a este doloroso instante,no se con exactitud cuánto tiempo llevo aquí,podrán ser días-horas-minutos-segundos,no lo se.
Hago un arduo intento por abrir mis sollozos y cansados ojos al hacerlo veo un techo gris y agrietado que pareciera como si jamas lo hubiesen pulido,giro un poco la mirada pero apenas diviso aquello a lo lejos que se me hacía nublado entonces lo vi,era el , mi ángel guardián ? O el demonio que jugó con mis pensamientos?
Volví a ver el techo de sopetón para que no viera que mi mirada era penetrante hacía el,cómo pude me incorpore ya que mi cuerpo dolía y pedía a gritos que lo curaran,sentí mi cabello suave como si de recién lavado fuera,mis piernas ardían tanto que se me hacía difícil estirarlas,mis manos y brazos tan rojas como mi sangre,no podía hacer nada sólo quedarme aquí hasta sanar,gire mi cuello cuando entonces la vi a ella. Esa muñeca de porcelana que tanto había cuidado desde niña destruida como si de un cadaver fuese,mi rostro pálido como el papel,mis ojos se veían enormes por la falta de sueño y la poca alimentación que tenía,estaba delgada como si de una enfermedad padeciera,no me reconocía,hasta mi puto cabello no era el mismo,teñido de rojo flama como si fuera la mismísima diabla,no tenía respuesta alguna de que estaba pasándome pero sabía que el si y no me lo iba a decir porque es un maldito,sí,un maldito que dice amarme como aquella noche lo hizo,mi supuesto ángel de la guarda que terminó siendo el mismísimo infierno y ahora estoy condenada a sufrir todo lo que alguna vez sentí,quizás nuestro amor sigue latente pero una cosa puedo decir;yo no soy la misma y les juro que el tampoco.