El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó en septiembre de este año que concluye el informe de Cuba ante el 3er. Ciclo del Examen Periódico Universal (EPU), durante su 39no. período ordinario de sesiones.
En la Sala de Derechos Humanos y Alianza de Civilizaciones del Palacio de las Naciones, en Ginebra, fue abrumador el reconocimiento de Estados y de la sociedad civil a los resultados de Cuba y el rechazo al bloqueo de Estados Unidos, según celebraron medios internacionales de prensa.
Con anterioridad, el 16 de mayo, el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, había ratificado el compromiso de su país con las garantías para el ejercicio de los derechos humanos, al presentar el informe nacional ante el EPU, y subrayó que era resultado de la implementación de las recomendaciones aceptadas en el segundo examen cumplido por Cuba en 2013.
Tras la adopción del informe, el representante Permanente de Cuba ante la ONU en Ginebra, el embajador Pedro Luis Pedroso, planteó en las observaciones finales que a partir de este momento se abría una nueva etapa «en la que se impone el compromiso de continuar trabajando en el seguimiento a los resultados de este ejercicio y en la aplicación de las recomendaciones que aceptamos».
Puntualizó que el proceso de examen «ha permitido reafirmar la posición del gobierno de Cuba de que solamente una genuina cooperación internacional, basada en el diálogo constructivo y respetuoso, con apego a los principios de objetividad, imparcialidad y no selectividad, constituye la vía eficaz para la promoción y protección de todos los derechos humanos para todos».
También destacó que «no puede permitirse que este ejercicio se convierta en un espacio utilizado por algunos para lanzar ataques, para escuchar falsas alegaciones de quienes son mercenarios pagados por una potencia extranjera y para formular recomendaciones que contravienen principios inalienables como la soberanía de los Estados o el derecho a la libre determinación».
El embajador Pedroso agradeció las recomendaciones y comentarios constructivos «para continuar perfeccionando nuestro sistema, en aras de fomentar cada día más el disfrute de todos los derechos humanos por todos los cubanos y cubanas».
Destacó el digno historial cubano en materia de promoción y protección de los derechos humanos de su pueblo, los grandes esfuerzos realizados «en medio de muy difíciles condiciones, y en particular, del impacto del bloqueo genocida de Estados Unidos contra Cuba».
En mayo último el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, presentó en Ginebra, Suiza, el informe nacional de la Isla al tercer ciclo del Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Una vez más Cuba concurre al EPU para ratificar su firme compromiso con las garantías para el ejercicio de los derechos humanos. El informe nacional que presentamos es resultado de un proceso amplio y participativo de consultas que involucró a numerosas instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, y de la implementación de las recomendaciones aceptadas en el segundo examen, el 79 por ciento del total formulado, subrayó el ministro Rodríguez Parrilla.
La Revolución cubana, liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, transformó nuestra realidad y continúa empeñada en elevar cada vez más la calidad de vida, el bienestar y la justicia social para todo nuestro pueblo, materializando todos los derechos humanos, agregó el Canciller.
Esa voluntad de proteger la dignidad humana, proveer igualdad de oportunidades, y «conquistar toda la justicia», ha sido invariable e inquebrantable hasta hoy, afirmó el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Cuba -acotó Rodríguez Parrilla- ha continuado dando pasos para perfeccionar su modelo de desarrollo económico y social, con el objetivo de construir una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible, por medio del fortalecimiento de la institucionalidad de nuestro sistema político, de carácter genuinamente participativo, con pleno apoyo popular.
Basados en la Constitución, hemos continuado fortaleciendo el marco jurídico-institucional para la protección y promoción de los mismos, con modificaciones y propuestas ajustadas a las necesidades y realidades de la sociedad cubana y los estándares internacionales, enfatizó el jefe de la diplomacia cubana.
Cuba sigue comprometida con una genuina cooperación internacional sustentada en la indivisibilidad de los derechos humanos, la no selectividad y la no politización. Continuamos comprometidos también con la lucha por establecer un orden internacional más justo, democrático y equitativo que elimine los obstáculos a los esfuerzos nacionales para la realización de todos los derechos humanos, indicó el funcionario.
Mantenemos -apuntó- un alto nivel de cooperación e interacción con los procedimientos y mecanismos de Naciones Unidas en derechos humanos de aplicación universal y un diálogo positivo con los órganos creados en virtud de tratados internacionales.
Igualmente en octubre último la representante permanente de Cuba ante la ONU, Anayansi Rodríguez, denunció la creciente politización en el tratamiento de la cuestión de los derechos humanos, en particular contra países del Sur.
Al intervenir en el diálogo interactivo con la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, señaló que tal tendencia viola los principios de objetividad, no selectividad e imparcialidad, defendidos por la ONU.
Anayansi Rodríguez criticó las campañas difamatorias contra la isla, que constituyen -dijo- un ultraje a la soberanía del pueblo cubano y un irrespeto a su libre determinación, recalcó la diplomática en la Segunda Comisión de la ONU.
Fuente: Juventud Rebelde