Dennis Copping

Este muchacho se encuentra en paradero desconocido desde Junio de 1.942, fecha en la que el avión que pilotaba y que ilustra la entrada de hoy, fue abatido, cayendo en un desierto egipcio y conservándose milagrosamente intacto durante estos últimos setenta años, hasta ser descubierto en fechas recientes. El Sr. Copping sigue en paradero desconocido: No han aparecido sus restos, si bien se sabe que intentó arreglar la radio y manipuló el paracaídas a fin de construir una suerte de tienda de campaña; tal vez decidió caminar por el desierto y pereció en otro lugar más alejado del aparato derribado. Dennis Copping tenía entonces 24 años; es posible e incluso probable, que siguiese vivo a día de hoy, y nada sabemos de cuantas cosas hubiese podido hacer en la vida. Ni siquiera si un hijo suyo hubiese resultado un gran delantero centro o el descubridor de un fármaco contra algún tipo de cáncer; no lo podemos saber, porque el muchacho que pilotaba un caza con tan corta edad, fue abatido en el desierto en el que desapareció, sin que tan siquiera sus familiares tuviesen la oportunidad de enterrarlo o de conocer donde descansan sus restos. La guerra es el absurdo entre los absurdos y el error en el que la humanidad cae década tras década, siglo tras siglo. No resultó suficiente la tragedia de 1.914 para repetir la experiencia en 1.939, apenas un cuarto de siglo más tarde; y el arrepentimiento hipócrita de los políticos que crearon la ONU, solo sirvió para enmascarar otros conflictos menos populares pero que supusieron cientos de miles de muertos. Asusta pensar el escaso valor que tiene la vida para algunas personas y la locura colectiva que ha de invadirnos para permitir que muchos Dennis Copping hayan dejado sus vidas, sus futuros, sus ilusiones en el medio de un desierto egipcio.