La explosión del vapor La Coubre, ocurrió el 4 de marzo de 1960 y fue denunciado como un acto terrorista cometido por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense contra Cuba.
Sin embargo, el dossier completo de la investigación de la armadora francesa CGT sobre el suceso se encuentra en la caja fuerte de una fundación marítima francesa, con veto de divulgación fijado a 150 años por los servicios jurídicos de los últimos dueños del barco.
La tragedia aconteció en La Habana, cuando obreros portuarios se dedicaban a la descarga del barco (de origen francés), el cual traía 31 toneladas de granadas y 44 de municiones. Ese armamento era considerado necesario en el país para defender a la joven Revolución.
Tras una primera explosión, soldados del Ejército Rebelde, miembros de la Policía Nacional Revolucionaria, bomberos y el pueblo en general acudieron a prestar auxilio, entonces una segunda detonación cobró más vidas entre quienes realizaban tareas de socorro.
El saldo final fue de un centenar de muertos, incluidos 34 desaparecidos, y alrededor de 400 heridos, decenas de ellos incapacitados de por vida.
Durante el sepelio de las víctimas, realizado al día siguiente, el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, presentó evidencias de la implicación del Gobierno de Estados Unidos en el crimen y aseguró que ningún intento de hacer desistir al pueblo cubano del camino recién emprendido surtiría efecto.
El sentimiento de esa jornada, de resistir y luchar hasta la última gota de sangre, quedó resumido por Fidel Castro en la histórica divisa ¡Patria o Muerte! a la que el pueblo respondió: ¡Venceremos!
Además, fue en aquel acto cuando se tomó la más célebre de las fotografías de Ernesto 'Che' Guevara, conocida como Guerrillero heroico.
En el transcurso de las investigaciones sobre el hecho fue identificado el lugar del interior del barco donde se produjeron las explosiones.
Las pruebas realizadas demostraron que la caída de una caja de granadas desde cualquier altura no podía provocar su detonación, lo cual fue corroborado al disponerse que oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias efectuaran pruebas con el lanzamiento de varias de ellas desde una nave aérea en vuelo.
Entonces quedó probado que no se trató de un accidente, sino de un hecho intencional, un sabotaje preparado fuera de Cuba.
Atentados como ese constituyen la razón por la cual Cuba condena el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, en particular el terrorismo de Estado.
Fuente: Prensa Latina