Rafael Morales cursa el séptimo semestre de la licenciatura en derecho en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) , y el estudiante utilizó sus redes sociales para emitir una queja en contra de la Notario Público Elvia Castañón Ruiz , quien le imparte la clase de Derecho Civil IV.
Morales , denunció las actitudes poco profesionales, nada éticas y llenas de antipatía por parte de la licenciada Castañón Ruiz , pues ésta decidió comportarse mezquinamente al darse cuenta de que su alumno se encontraba tomando la clase virtual a las afueras de un ciber. Cuando la maestra se percató de que Rafael no estaba en su casa, comenzó a discriminarlo, diciéndole que quería verlo en un lugar más decente, como sus demás compañeros que sí se hallaban tomando la clase desde sus hogares.
Ante estos insensibles y desconsiderados reclamos, Morales le explicó a la profesora que no podía permanecer en su casa para conectarse a las clases desde allí porque no cuenta con el indispensable acceso a internet para poder hacerlo, y por ende no le queda otra opción más que acudir a dicho local para poder conectarse a la red. Sin embargo, Elvia Castañón le respondió de manera insensata, alegando que ella ya había declarado la forma en la que quería que los educandos llevaran sus clases: participando activamente y quedando al pendiente de las tareas que les fuera encargando, ya que todo se vería reflejado en sus calificaciones; estos “argumentos” le parecieron absurdos al joven estudiante porque -presuntamente- desde un inicio ha estado presente en tiempo y forma para cada lección.
Finalmente, Morales en su denuncia aclaró que su intención no es obtener algún beneficio personal tras la difusión de este comunicado y que él solamente pretende visibilizar las ridículas injusticias por las que puede pasar el alumnado que no tenga la posibilidad de asistir a las reuniones escolares en línea desde su domicilio, sea cual sea la razón; para él, lo que más le debería importar a los catedráticos es la presencia, la puntualidad y el debido cumplimiento de los trabajos por parte de cada uno de sus pupilos, en lugar de andarse preocupando y alborotando por nimiedades como la ubicación desde donde se conectan.
Por lo pronto, ya se estableció un canal de comunicación con Abraham Oliva, director de la Facultad de Derecho, por el cual se va a entablar un diálogo con los involucrados para aclarar y solucionar esta penosa e indignante situación.