Denunciar el acoso sexual

La cascada de acusaciones sobre acoso sexual y abusos sexuales sacude los cimientos de la industria cinematográfica del afamado Hollywood. Así, comprobamos que los depredadores sexuales no son exclusivos de entornos desfavorecidos como solemos imaginar, ni sus víctimas desvalidas mujeres. ¿Qué es lo que se oculta detrás de está enfermedad social ? ¿Cómo denunciar el acoso sexual?

El acoso sexual en Hollywood

Harvey Weinstein. 64 años. Productor de cine. Cofundador de Miramax y The Weinstein Company junto a su hermano pequeño Bob, con más de 300 nominaciones a los Oscar. Ha producido películas como: Reservoir Dogs (1992); Amor a Quemarropa (1993); Pulp Fiction (1994); Smoke (1995); El Paciente Inglés (1996); El indomable Will Hunting (1997); Shakespeare in Love (1998); El Señor de los Anillos (2001-2003); Gangs of New York (2002); El discurso del Rey (2010); The Artist (2011) y un largo etc. de grandes películas de la historia del cine.
Acusado, ni más ni menos que por 93 mujeres de acoso sexual y abusos cometidos entre 1980 y 2015. Entre estas mujeres, sus empleadas: Emily Nestor y Lauren O’Connor; y actrices de la talla de Angelina Jolie, Ashley Judd, Rosana Arquette, Gwyneth Paltrow, Asia Argento o Rose McGowan.

Otros casos de acoso sexual y abuso de poder

• Kevin Spacey, archiconocido actor que ha quedado en entredicho por supuestamente abusos a los actores Anthony Rapp y Roberto Cavazos.
• Brett Ratner, director de películas como The Family Man (2000); Red Dragon (2002); Prison Break (2005); X-Men: The Last Stand (2006); El Renacido (2015); etc. Acusado de acoso y abusos sexuales por 6 mujeres entre ellas las actrices Natasha Henstridge y Olivia Munn.
• James Toback, director y guionista. Ha intervenido en películas como: The Gambler (1974-guionista); The Big Bang (1989-guionista y director); Bugsy (1991-guionista); Tyson (2008-guionista, director y productor); etc. Acusado de acoso y abusos sexuales por 38 mujeres.
• Bill Cosby. En 2015 comienzan a aparecer las primeras mujeres que le imputan agresiones sexuales. En total suman 60 mujeres.
• Woody Allen. Acusado de abusos sexuales por su propia hija adoptiva Dylan Farrow. Según esta, abusó de ella cuando tenía 7 años.
• Romam Polanski. Arrestado e imputado en 1977 por varios delitos sexuales contra Samantha Geimer cuando esta tenía 13 años.
• Michael Jackson. Acusado en 1993 de abusar sexualmente de Jordan Chandler cuando tenía 13 años.

Y así podríamos seguir durante horas. Con casos actuales y no tan actuales, pues estos repugnantes hechos (acoso sexual, abuso sexual, agresión sexual, violación, etc.) siempre han existido.

Denunciar las agresiones

Imagínate lo difícil que sería antiguamente denunciar estos hechos, luchar contra el poder de tu agresor, porque no lo dudes, estás agresiones siempre se basan en una descompensación de poder entre víctima y agresor. El agresor busca a su víctima, la selecciona, por ello es un depredador, porque la elige entre capas de poder más inferior a la suya. Lo que no quiere decir que la víctima sea una persona débil, sino que en esa relación de poder, está sometida o condicionada al agresor ya sea por razón de trabajo, dependencia económica, social, familiar, etc. De hecho, precisamente lo que le motiva, lo que le mueve y excita, no es el carácter sexual en sí, sino la sensación de control, sometimiento y poder que tiene y puede ejercer sobre su víctima.

Si es así, que le excita el poder, es un rasgo psicopático o mejor denominado sociopático, demasiado extendido en nuestra “perfecta” sociedad, más de lo que imaginamos. El psicópata o sociópata no solamente es un personaje de películas sino que lamentablemente vive entre nosotros.

Aunque actualmente los casos de acoso sexual y las agresiones sexuales salen más a la luz y parece que la denuncia sea más fácil, por los casos que estamos conociendo últimamente, no lo es en absoluto. Muchas veces asistimos a un circo mediático donde vemos cómo la víctima, además de ser acosada, vejada y/o violada, debe demostrar su inocencia en el fatídico hecho. Su falta de “provocación”, que se “defendió”, que dijo “NO”…, ya que en muchos casos el machismo impera incluso en la Justicia.

Y en tercer lugar, tal vez la causa más pesada para la víctima, a la hora de denunciar un acoso sexual: cree que es la única víctima y que va a estar sola en ese largo camino en el que va a tener que enfrenarse directamente con su agresor, la sociedad y demostrar su inocencia. Por eso con ese silencio el agresor se crece y se hace fuerte. El silencio es el peor enemigo de las víctimas, hasta que se arma de valor y denuncia; y así, como en una cascada, comienzan a aparecer otros casos, otras víctimas del mismo depredador sexual y se dan cuenta que hay más casos y que por lo menos no están solas en su lucha.

A pesar de vivir aún en una sociedad machista, donde las relaciones de poder imperan, donde no existen planes educativos efectivos para cambiarla, las víctimas tienen varias herramientas a su disposición para poder denunciar el acoso sexual, el abuso sexual, la agresión sexual, la violación, etc., y ser atendidas correctamente.

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Dónde acudir

La administración pone a su disposición varias grupos especializados en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad:

• La Policía Nacional dispone de unidades especializadas que se llaman Unidades de Atención a la Familia y a la Mujer. Existen 173 unidades repartidas por todo el territorio nacional.
• La Guardía Civil también tiene equipos de personal especializado llamados Equipos Mujer-Menor (EMUME) distribuidos también por todo el territorio nacional.
• Si después de la denuncia necesitas apoyo, puedes acudir a alguna de las numerosas asociaciones privadas de ayuda, por ejemplo en Valencia podrás encontrar a CAVASCV; ACASI; Instituto Espill…, y en casi todas las demás provincias del resto de España existe alguna asociación de ayuda, incluso existe una Federación de Asociaciones de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual y de Género.
• Y por último, también cabe la muy recomendada posibilidad de tener un plan de autoprotección personal a medida, especialmente en casos graves y/o reincidentes, ya que la administración no puede llegar a proteger a todas las víctimas. Estos planes se basan en estudios personalizados para establecer determinadas medidas de seguridad en el hogar, en el trabajo, en las comunicaciones, etc., y seguir unas normas de seguridad durante los desplazamientos.

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