Después de dejar Colonia nos dirijimos a Montevideo, a unos 250 km hacia el este, con la ayuda de los dos conductores subimos al autobús y después de unas tres horas llegamos a la capital de Uruguay. No hablaremos de Montevideo en este post ya que decidimos pasar una semana en el deparatmento de Rocha, el balneario de Uruguayos y Argentinos, y tendremos volver a la ciudad y pasar unos cuantos días más hasta nuestro regreso a Buenos Aires.
Así que alquilamos un coche después de mirar y preguntar en varios sitios, obviamente nos decantamos por la opción mas económica aunque mas tarde entendimos porque el precio era mas barato que otras compañías Sara lo sufrió en sus brazos ya que no disponía de dirección asistida y los dos sufrimos el calor sin aire acondicionado en pleno verano Uruguayo.
Hacia el Este y hasta la frontera con Brasil sólo hay 300 kms así que como las distancias son cortas entre balneario y balneario decidimos alquilar una cabaña en la población de La Paloma, mirando siempre nuestro presupuesto, y dentro de los precios en temporada alta nuestro alojamiento quedaba a las afueras del pueblo en una zona llamada “anaconda”, yo estaba un poco tenso por el nombrecito del lugar y le pregunté al propietario el porque del nombre, sus palabras me tranquilizaron por venir de la forma serpenteada de la zona, y que el animal mas peligroso del terreno eran pequeños alacranes que su picadura equivalen al de una abeja, aún así por las noches le pedía a Sara que mirase debajo de la cama para no recibir visitas sorpresas en mitad de la noche.
Una vez instaladas fuimos a explorar el centro del pueblo, que no es más que una calle principal con terrazas algunas tiendas y puestos hippies, nuestra sorpresa fue ver a un chico en silla de ruedas, Gonzalo al que asaltamos para preguntarle que ofrecía La Paloma en cuanto a temas de accesibilidad, su sonrisa al escuchar mi pregunta ya nos sirvió para entender que ofrecía cero, de todos modos nos invito a vernos en su casa en una hora para explicarnos un poco los alrededores, así que sin darnos cuenta acabamos cenando un asado en compañía de sus amigos y unas botellas de vino. Pasamos una gran velada y nos explicaron donde podíamos ir que fuese lo menos difícil posible.
La Casona
Así que después de su consejo y de que otras personas en silla de ruedas ya habían ido y que no era imposible decidimos ir a Cabo Polonio, para llegar hay que dejar el coche en una terminal que se encuentra en medio de la ruta 10 y coger unos camiones que atraviesan 7 km de dunas hasta llegar al centro del pueblo, sin ningún tipo de infraestructura aún así fue una muy buena experiencia y pasamos un día perfecto de playa, que al ser de arena dura y gracias a la rueda delantera pude acceder. Hay hostels y varios tipos de alojamientos pero nosotros decidimos pasar sólo el día y volver a nuestra cabaña a dormir. Satisfechos de haber llegado a Cabo Polonio y de haber disfrutado un gran día.
Cabo Polonio
Otro pueblo cerca de La Paloma es La Pedrera, un pueblo más pequeño, con ambiente más juvenil. Con una calle larga que desemboca en un acantilado y con la playa a la izquierda.
Punta del Este, es el balneario más famoso de la zona y donde acuden Brasileños, Argentinos, Uruguayos y millones de turistas a disfrutar del verano. Separa el Río de la Plata del Océano Atlántico. Es conocido también porque es una zona cara y pensada para el turismo encareciendo alojamientos y comidas, así que gracias a Pochi y a su familia fuimos a pasar el día visitando también, José Ignacio, La Barra, Punta Ballena y Piriapolis, siguiendo siempre la ruta interbalnearia., es una excursión de un día perfecta, para conocer la zona y cerca de Montevideo
Datos Prácticos:
Hotel Proa Sur, en la Paloma, cuenta con habitaciones adaptadas.
Las calles de La Paloma cuentan con aceras rebajadas en la calle principal
Las playas no cuentan con accesibilidad pero en algunas puedes entrar casi con el coche hasta la playa, y la arena es dura. Aún que bañarse sea imposible es bonito pasear por la arena con kms de playa por delante.