Lugar: Palacio de los Deportes. Madrid
Fecha: 17 enero 2014
Asistencia: 15.000 personas
Artistas Invitados: Feathers
Precio: Desde 55 euros
Músicos: Dave Gahan, Martin Gore, Andy Fletcher (ja) y más.
Setlist: Intro, Welcome to my World, Angel, Walking in My Shoes, Precious, Black Celebration, Should be Higher, Policy of Truth, Slow (Martin), But not Tonight (Martin), Heaven, Behind the Wheel, A Pain that I'm Used To, A Question of Time, Enjoy the Silence, Personal Jesus, Shake the Disease (Martin), Halo, Just Can't Get Enough, I Feel You, Never Let Me Down Again
Una ceremonia tan predecible como triunfal
Depeche Mode llevan por los menos tres lustros liderando el Calcio en solitario, sin sobresaltos, con la lección maravillosamente aprendida, disfrutando de su poderío, exhibiendo músculo, jugueteando lo justo, entreteniendo de lo lindo, emocionando a los acólitos, aunque amarrando. Hay detalles en sus últimos trabajos que revelan cierto furor visionario, pero ellos lo muestran con cuentagotas, reservones tal vez temerosos de su propio vigor creativo.
Por eso uno va a un concierto de Depeche Mode también con la lección maravillosamente aprendida a disfrutar de su poderío y a dejarse llevar por el perenne carisma de un Dave Gahan que cada vez está más follable y que dirige a unas masas ya de por sí entregadas al necesario ejercicio de fe y devoción. El montaje escénico es apropiado para un gran pabellón aunque tampoco inventa nada nuevo y la banda arranca con un par de temas de su último álbum, 'Delta Machine', antes de ese primer puñetazo que es 'Walking in My Shoes' y que nos recuerda una época en la que Depeche Mode y U2 dominaban el mundo en ferrea dictadura compartida. Años profundamente felices que ahora revivimos.
El sonido mejora progresivamente y hay quien se alarma por el estado de Martin Gore, aunque en realidad me temo que se trata solo del paso de los años, inevitable cuchillada que todos recibimos al levantarnos cada mañana en mayor o menor medida, hasta que un día empezamos a sangrar y no hay manera de taponarlo. 'Black Celebration' es precisamente eso, una celebración para las masas, mientras que 'Policy of Truth' es seguramente lo mejor de una velada que transcurre sin sobresaltos según el guión esperado por absolutamente todos. Y eso la está haciendo perfecta ante nuestos ojos pintados y nuestros corazones malheridos.
Ahora es cuando necesito vuestra ayuda, pues me gustaría que alguien me confirmara que, efectivamente, antes de cada gira hay cruentas batallas legales para establecer cuantas canciones tiene que cantar Martin cada noche (del papel de Fletcher, que en realidad es el de La Trinca ese rubio, para qué hablar, es adorable en realidad). En Madrid fueron tres y sobraron por lo menos dos. Y eso que las interpretó impolutas, por favor, qué duda cabe. Pero no es menos cierto que la prueba del algodón nunca falla en estos casos: carreras hasta los aseos y codazos para recuperar el sitio en la pista antes de que Gahan salga para, ahora sí, sodomizarnos con esas canciones que en casa nunca escuchamos por resobadas, pero que siempre están ahí para purificarnos y enseñarnos el camino.
Se trata de una concatenación ganadora con 'Behind the Wheel', 'A Question of Time', 'Enjoy the Silence', 'Personal Jesus', 'Just Can't Get Enough', 'I Feel You' y 'Never Let Me Down Again' como broche final y con Dave jugueteando lúbrica e incesantemente con el pie de micro, jugueteando con nuestras conciencias desesperadas de redención y, atención, berreando mucho menos que de costumbre, qué cosas. Al final, juntos como hermanos terminamos todos abrazados en fanática comunión colectiva cumpliendo solventemente las expectativas y cantando por purita necesidad vital esas canciones que nos mantienen vivos a pesar de todo. Castiza celebration vital.
Antes de cerrar este capítulo, compartimos con vosotros las excelentes fotografías de Patricia Cano. Excelentes: