Revista Música
Depeche mode – Playing the angel
Un coro de ángeles caídos, rehabilitados y sofisticados. Conectados a múltiples cables, que sirven de amplificadores a una oscuridad intrínseca, a un dolor semi usual…y una trasgresión hacia lo mas sensual, cruzando abierta e implícitamente el umbral de la espiritualidad. Los sonidos de esta agrupación son tan idiosincrásicos y propios que devengan un conjunto cercado de interpretaciones, es decir se mueven rutinariamente con los mismos elementos, mas le encuentran la vuelta de rueda que necesita para virar en la dirección de la época que los precede o el extracto de los tiempos tumultuosos en los que se encuentre esta bandada de caídos sin alas.
La creación de un atmosfera palpitante, sirve de hilo conductor. Materializando el devenir de la sonoridad al completo. Un aire opresivo, pero no por ellos menos amigable, es que carga con mucha tensión, mas solo la necesaria ni un ápice mas, que desbarande el balance, se percata una hospitalidad trascendente, figuras sónicas que se mueven según los hilos sofisticados, guiando a un escucha por suburbios repletos de neon, y plasticidad del nuevo siglo, los mismos recursos renovados y bienvenidos.
El peso compositivo también se dosifica y no solo Martin Gore carga con la responsabilidad creativa de este renacimiento, Dave Gahan, apela a la pluma de un resurrecto, para aportar con tres piezas que hilen y se acomoden a la estructura narrativa de un álbum, que planea estampar un sello distintivo, de sus hermanos, el desmarque no es sensiblemente notorio, mas son los ligeros aprontes y detalles que brindan una estructura diafanamente cargada.
Ahí se mueve “Playing..” convergiendo los adjetivos funcionales, de la vuelta necesaria de un grupo esencial y mostrar que aunque las plumas de tinta se marquen en una presentación grafica, siempre se puede volver a levantar y ser grandilocuente, con mucho estilo de por medio…leyendas vivientes en un coro decadentemente bello e insinuante.
“Dios tiene un plan maestro, que solo el entiende”
Sus elementos como piezas tienen una apreciación, que depende de cómo se aborden, por ejemplo Precious, es una balada tan limpia, un espejo sintético, calmo e intrigante al contrario de A pain that i’m used to, que con sus alarmas y aura de persecución altera en un torrente enérgico inapelable. Transversal a ese sentimiento provocado, es Lilian, que se pocisionaria en una línea intermedia a ambas, mezclando esa pasión con una repetición que embriaga, pero no consume. Damaged people, se ubicaría en una zona del espectro mas oscurecida, mas depravadamente miserable, con una titilaciones iniciales que no hacen si no presagiar un transitar mas opacado y mas densificado en calma, intrigante calma por lo demás.
Suffer well, invoca experiencias tridimensionales, con un Gahan inspirado que reproduce sin miramientos frases como “la paz mental no se puede comprar”…angustiosa y la vez tan cerca de alcanzar el umbral. Tan valioso como lo visto también puede ser ese puente instrumentalmente etéreo de Instrospectre, que se adapta elocuentemente al conjunto.
Desde el ángulo que se le mire, se alude constantemente con esa martirización, esa especie de búsqueda incesante de crucifixión, en algunas mas notorias como John , the revelator, en otras se busca mas un efecto contrario el indagar en la (no) culpa y los pecados (the sinner in me).
Macrovision, I want it all y nothing’s impossible, son las luces parpadeantes que giran como un todo, flash distractivos, cerrando el cielo con la estrella mas negra (The darkest star). Momentos épicos, otros más sensibles, otros más humanos, otros rebosantes de espiritualidad, otros donde se pierde la concentración, otros donde no se alcanza a dar el tono, otros más prescindibles y otros especialmente bellos. ¿Una obra maestra? lejos de eso probablemente, pero si muy funcional, para barrer plumas de ángeles modernos…
· Tracklist
· A pain that i’m used to
· John, the revelator
· Suffer well
· The sinner in me
· Precious
· Macrovision
· I want it all
· Nothing’s impossible
· Introspectre
· Damaged people
· Lilian
· The darkest star