Revista Cultura y Ocio
En el año 1993, Depeche Mode, que venían de un éxito abrumador con Violator, un disco que fue millonario en ventas con singles demoledores, editaron Songs of faith and devotion, para mi, su gran obra maestra. Con Violator demostraron que su apuesta por el tecno con cierto toque sombrío, en las letras sobre todo, era capaz de triunfar (que ya con su directo 101 había llegado a mucha gente), pero dónde realmente se convierten en unos auténticos emperadores es con este álbum, en el que a parte de volverse por primera y acertada vez más rockeros, y con una intrumentación más orgánica, despachan una colección de canciones realmente espectacular. La formación en aquel momento la componían (desde el segundo disco) Martin L.Gore, compositor de todos los temas del disco, y auténtico cabeza huevo del grupo que toca guitarras, sintetizadores, hace segundas voces e incluso canta dos temas del álbum, Dave Gahan al cante sobrado, Alan Wilder (un musicazo) que tocaba sintetizador, piano, batería, bajo, arreglos, producción y programación, más el amigo Andrew Fletcher que sólo tocaba sintetizador y gracias (bueno si, también daba palmas). Una de las características más curiosas de este disco grabado entre 1992 y 1993, es que la banda alquiló un chalet a las afueras de Madrid, dónde se fue cociendo el material (de hecho en el libreto original había una foto de ellos por la Plaza Mayor). Las fricciones entre Alan Wilder y el resto empezaban a ser fuertes, sobre todo con el palmero de Fletcher, cosa que en la gira llegó al límite. Por otro lado, es el único disco del grupo que tiene su edición en directo tal cual. A día de hoy, muchos temas de este disco siguen adornando sus directos y son básicos para la banda.
El disco comienza con I feel you, uno de los singles más acojonantes que he escuchado jamás, con ese chirriar de la guitarra inicial, rompedor, directo, con un ritmo de guitarra martilleante, esos cambios de ritmo tremendos y una voz imponente de Gahan, además de una base rítmica brutal, no se me olvidará jamás ese vídeo dónde Martin anda con el viento en contra tocando la guitarra a través de una zona desértica, mientras en la casa Dave anda con una churri. Walking in my shoes con esa intro de los teclados, para luego entrar la base rítmica y la voz de Gahan es caso aparte, una canción cuya letra me sé de pe a pá, con un estribillo magnífico y que en sus directos me pone la carne de gallina, auténtica joya, singelazo y temazo. Condemnation es el tema más vocal del álbum, e incluso diría que casi religioso, como si de una procesión de Semana Santa se tratara, dónde Dave canta otra vez de manera sublime, y toda la banda arropa a los coros. Mercy in you es la típica canción de Depeche Mode, pero que aquí suena más rockera ya desde el principio con la guitarra mandando, pero tiene ese tono sombrío del que siempre hacen gala. Judas es el primer tema que canta Gore en el disco, con gaitas de entrada, lento, con una preciosa letra, una balada delicada y excelente. Llegamos a In your room, palabras mayores, uno de esos temas que me dejan con los pelos como escarpias, con la voz de Gahan entrando desde las cavernas, desgranando la letra, para que luego la bestial entrada de la base rítmica irrumpa de tal manera que hace que la melodía explote, dentro de su preciosa oscuridad, y llegue al climax, brutal demostración de un grupo en estado de gracia. Get right with me es quizás el tema más tecno del álbum, el que demuestra que no se olvida de dónde vienen, una canción a medio tiempo muy bien rematada con coros góspel. Éste tema incluye una parte instrumental titulada Interlude #4, no incluída en los créditos. Rush es un tema rápido, determinante, y con una transición en casi parada, para retomar el ritmo sin concesiones. One Caress es una adorable pieza con arreglos de cuerda (música clásica) que acompañan la voz de Martin L.Gore que canta su segundo tema en el disco. Higher love es la canción que cierra el disco, un tema para mi muy emparentado con el anterior disco, incluso diría que hubiera pegado perfectamente en el mismo, ese típico tema subyugante de la banda inglesa, con un increscendo constante y una melodía muy buena.
El título "Canciones de Fe y Devoción" hace clara referencia a que la inspiración para la mayoría de las canciones fue la religión, tema que siempre ha sido de especial interés para Martin L.Gore, si bien fue Dave Gahan quien animó a sus compañeros a realizar una colección de canciones meramente rock (no en balde Gahan llegó al grupo de chiripa, cuando realmente quería estar en una banda de punk, y en cierto modo se reivindicó). Eso también lo muestra como un álbum no habitual, incluso rara-avis, no sólo para el grupo, sino para el concepto mismo de cierto reinado y anarquía del grunge que en esa época dominaba con bandas como Nirvana, Soundgarden o Pearl Jam, y con el que fue vinculado nada más aparecer. Lo que es indudable es el protagonismo que se le dio a Gahan no sólo en el álbum, sino también en la imagen del grupo, con cambio de look añadido. Pero los problemas en la banda, se hicieron muy patentes durante las dos giras que tuvo este disco, el Devotional Tour y el Exotic Tour, debido al éxito de abrumadora asistencia, lo que provocó la salida de Alan Wilder en 1995, pero aún él aguantó hasta el cierre de la promoción del disco, en medio de escándalos, hechos vergonzosos y una completa desunión del grupo, alegando su poco reconocimiento en su aportación a la banda.Lo único que no me gusta, es que hay temas como In your room, que cuando los interpretan en vivo no lo hacen como en el disco y meten un remix que le hace perder al tema toda su grandeza, una pena.
Os dejo con el vídeo de Walking in my shoes.