A continuación, hablaremos sobre su evolución durante las últimas décadas, de cómo depilarlas de forma correcta, de qué tipo de forma favorece a cada rostro y de algunos consejos y técnicas para conseguir unas cejas perfectas.
Evolución de las cejas en las últimas décadas
Las cejas, al igual que la moda, sufren un constante cambio conforme a las tendencias que se llevan en un momento concreto. Esto lo podemos comprobar recordando los tipos de cejas que se han llevado a lo largo de estas décadas. En los años 20 y 30 las cejas eran muy delgadas y arqueadas, hasta que en los años 40 esto cambió y pasamos a ver unas cejas más naturales. Durante los años 50 y 60 vemos en iconos de la moda como Audrey Hepburn o Marylin Monroe unas cejas más pobladas, siguiendo su forma natural. Más tarde, en la época de los 80, comenzamos a ver en artistas como Madonna unas cejas gruesas y con un efecto despeinado, hasta que en los 90 volvió la moda de las cejas delgadas, con una fina línea de pelo. En el 2000 empezamos a ver las cejas cada vez más gruesas y pobladas, hasta la actualidad, donde se lleva este tipo de ceja pero con un diseño perfecto.
Para conseguir este tipo de cejas es necesario utilizar unos productos de maquillaje específicos. Existen varios tipos, los hay en polvo, en pomada, en lápiz y en formato gel. La elección va en función de gustos, dependerá también del acabado que queramos. Si buscamos un acabado muy natural, utilizaremos el formato en gel, ya que solo las fijará para que no se muevan y les dará un toque de color. Si, por el contrario, queremos conseguir un acabado de cejas más pobladas, utilizaremos cualquiera de los otros formatos y rellenaremos las calvas, dándole la forma que deseamos al mismo tiempo.
Además del maquillaje, existen técnicas que son más duraderas en el tiempo, como, por ejemplo, la micropigmentación. Consiste en depositar pigmento con una aguja en la zona donde sea necesario y para conseguir un efecto más natural el color se aplica pelo a pelo. Es como una especie de tatuaje semipermanente, ya que su efecto dura varios meses, depende de cada persona.
Depilación en función del tipo de rostro
La forma de la ceja deberá ser naturalNo obstante, el paso más importante para conseguir unas cejas perfectas es depilarlas de forma correcta en función de cada rostro. Primeramente, tienes que fijarte en la forma de tus cejas, si son rectas, redondeadas o son en forma de triángulo y respetar tu forma natural. Luego, determina dónde nace tu ceja tomando como referencia la aleta de la nariz y coloca un lápiz en línea recta desde el lagrimal hasta el nacimiento de tu ceja. Después, para marcar el arco de la ceja, mira al frente y sitúa el lápiz desde la aleta de la nariz hasta la parte más externa del iris. Para determinar dónde termina tu ceja, coloca de nuevo el lápiz en línea recta desde tu nariz hasta la parte externa del ojo. Por último, analiza tu rostro para saber qué tipo de ceja es más adecuada para ti.
- Si tu rostro es redondo, lo más acertado son unas cejas ascendentes con el pico bastante pronunciado, cuanto más arriba, más te favorecerá. De esta forma, equilibrarás la redondez de tu cara.
- Si tu rostro es cuadrado, necesitas unas cejas en triángulo ligeramente redondeado, menos que en el caso anterior, lo que suavizará estas facciones cuadradas tan marcadas.
- Si tu rostro es alargado, las cejas más adecuadas son unas rectas y horizontales, para lograr acortar tu cara visualmente adquiriendo una forma más ovalada. Procura que el final se alargue más de allá del final de la parte externa de los ojos.
- Si tu rostro tiene forma de corazón, debes evitar las cejas gruesas y hacer que sean finas, redondeadas y cortas, así conseguirás que la frente se acorte visualmente haciendo que tu rostro se compense.
- Si tu rostro es ovalado, tienes suerte porque te favorecen todos los tipos de cejas, solamente ten en cuenta los pasos comentados anteriormente y conseguirás unas cejas perfectas. Aunque, si quieres asegurarte acertando en la elección, decántate por unas cejas clásicas ligeramente arqueadas.
Una vez que hemos marcado el nacimiento, el arco y el final de la ceja, y el tipo de ceja adecuado para nuestro rostro es hora de empezar a depilar. Comenzaremos utilizando un lápiz de color blanco o carne para dibujar la forma exacta que queremos en nuestras cejas. Existen varios métodos para depilar la cera, las pinzas o las depiladoras faciales.Si es la primera vez que te depilas las cejas, es recomendable empezar con la cera para eliminar la mayor superficie de pelo posible y después ser más precisa con las pinzas. Las depiladoras faciales también son efectivas, pero son imprecisas. Cuando hayamos acabado de depilar, es muy importante calmar la zona con hielo o aloe vera, ya que nuestra piel estará roja e irritada y necesitará repararse.
Consejos útiles de depilación
- Es recomendable depilarse después de la ducha, ya que los folículos estarán abiertos y será menos doloroso para ti. Y si es posible, hazlo por la noche, para que la zona no se irrite más con el sol y pueda recuperarse bien mientras dormimos.
- Cepilla la ceja hacia arriba y corta los pelos sobrantes para conseguir unas cejas más dóciles.
- Si no te gusta el resultado final, siempre puedes recurrir al maquillaje.
- Un truco de belleza para conseguir unas cejas más gruesas es aplicarse aceite de ricino o de coco, yema de huevo, vaselina, el jugo de la cebolla o leche.
En conclusión, para depilar las cejas debemos tener en cuenta muchos factores. Es muy importante conocer qué tipo de ceja favorece a cada rostro, al igual que la forma en la que llevamos a cabo el proceso y también reparar la zona irritada al terminar. Si tienes unas cejas finas y despobladas, puedes usar maquillaje o la micropigmentación y lucirás unas cejas perfectas.