El fin de semana anterior a la Semana Santa, salimos a jugar al Badminton, con tan mala fortuna que en uno de los saltos me hice bastante daño en el pie, nunca había sentido un dolor tan grande, me entró incluso angustia, una sensación malísima. De ahí directamente a urgencias!!
No fue nada grave, me comentaron que estuviera dos días con hielo cada 4 horas, que al 5º día me quitara la venda y que empezara a plantar el pie... la enfermera me dijo que ella creía que iba para largo.
Los primeros días en casa con la venda y sin poder plantar el pie fueron horrorosos, entre el dolor y el aburrimiento, al miércoles siguiente decidí que ya era suficiente y me quité la venda y me di un gel del que os he hablado en alguna otra ocasión, nunca lo había probado en golpes (recordar que lo probó mi suegra), solo para piernas cansadas y demás, y la verdad, me quedé alucinada de lo bien que funciona en porrazos, porque fue ponérmelo, y decidir empezar a plantar el pie y hacer cosas... incluso planché. A raíz de allí ya fue todo mejor.
El ir sin venda fue un alivio, teniendo en cuenta que ya podía andar y manejarme por casa, antes Julián me trajo unas muletas y no me apañaba, iba de allí para allá con una silla de estudio de ruedas, así que me devoré la cadera y el otro pie. El jueves santo ya no pude más, y dije me voy a la ducha de cabeza y salgo a la calle aunque sea solo a la acera de enfrente, y bueno, ahí que me puse las sandalias que me había comprado (ya os haré post) y aun con el pie amoratado e hinchado salí a la calle y me di un pequeño paseo... y poco a poco... íbamos avanzando!!!
Cuando acabaron las fiestas de semana santa, ya puede ir al médico el 19 de Abril (para que os hagáis una idea, los niños dejaron de ir al colegio el día 20 de Abril y se incorporaron el día 2 de Mayo... a las fiestas de semana santa, se unen las de moros y cristianos, más las del patrón de San Vicente y Santa Faz).
El caso es que el médico se asustó nada más verlo (cuando fui a urgencias no había salido el moratón todavía, en la radiografía vieron que era una torcedura pero lo del esguince saldría más tarde).
Nada más verlo dijo, vaya... es un esguince bien fuerte (de segundo grado), tenía los laterales del pie amoratados (de hecho los sigo teniendo), el empeine amoratado, los dedos..., en fin....Y bueno no me dijo nada, tranquilidad y buenos alimentos, aproveché para pedir análisis, y cita con el traumatólogo, me han reaparecido los síntomas del atrapamiento del nervio cubital..., así que pasaremos otra vez por el proceso, y habrá que volver a operar... Ya veremos.
El gel que me di fue el GEL FITOMUSCULAR DE GALIUM.-
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