Deportivo-Nàstic-2-2 ¿Punto de inflexión?

Cuando todos los seguidores nastiquers pensábamos en una nueva y amplia derrota en tierras coruñesas se produjo la sorpresa y conseguimos salir vivos de Riazor, y esperemos que fortalecidos, depués del empate logrado ante el equipo a batir de segunda. Aún así nos quedamos con un regustillo amargo al no poder llevarnos los tres puntos. No supimos aguantar la ventaja en el marcador y en una jugada que no parecía tener mucho peligro nos arrebataron dos importantísimos puntos. Rubén Pérez falló y se tragó el gol. Los cracks también fallan.
Después de ocho jornadas vimos por fin al Nàstic crear algo de fútbol. Fue en la segunda parte cuando por momentos conseguimos tratar de tú a tú a un Deportivo que no supo sentenciar el partido cuando pudo. Pero ya sabemos que en el fútbol si no matas al contrario éste te puede matar a tí. Y eso ocurrió ayer. El Nàstic se fue al descanso con desventaja mínima y con sensaciones no muy esperanzadoras para el segundo acto del partido. Oliva movió ficha y puso a Rodri de central subiendo a Arzu  al mediocampo y acto seguido salió al terreno de juego el alma del Nàstic, Morán. Volvía después de una lesión. El Nàstic empezó a tener más el balón, combinar mejor y llevar algún susto arriba. A Morán le siguió Tuni, también recién salido de una lesión, y el canterano Sergio Juste. Todos ellos revolucionaron a un Nàstic que casi sin creerlo y gracias a los dos goles de Powel dio la vuelta al marcador a falta de cinco minutos para el final del partido. Era demasiado bonito. El Nàstic jugando bien y ganando en Riazor. Pero la alegría duró los cinco minutos que tardó Aythami en conseguir el definitivo empate. Nos quedamos un poco chafados en el momento pero después supimos dar la importancia que tenia este empate y sobre todo el haber jugado a fútbol por primera vez en la temporada.
Ahora viene la pregunta del millón. ¿Debe continuar Oliva? ¿Hay que darle otra oportunidad o hay que decirle adiós tal como estaba cantado? Hay opiniones para todos los gustos y la afición está dividida. Donde no está dividida es en el deseo general de que presidente y director deportivo, o sea, el señor Fernández y el señor Nogués se vayan lo antes posible del club antes de que nos hundan en la miseria.
Particularmente yo, y después de la derrota en casa contra el Huesca hubiera cesado fulgurantemente a Oliva ya que le veía fuera de sitio sin saber que hacer con el equipo. Después de sus polémicas declaraciones esta semana, con toda la razón, que tanto molestaron a la cúpula del Nàstic y con estos inicios de jugar a fútbol por parte del equipo parece que su figura pueda haberse fortalecido y quien sabe si puede ser ese punto de inflexión en el camino del Nàstic por segunda. Por lo tanto por ahora me voy a comer mis palabras anteriores sobre la destitución de Oliva y vamos a ver si lo ocurrido ayer en Riazor es flor de un día o verdaderamente ha cogido la fuerza necesaria para llevar las riendas del equipo de una vez por todas.
El primer test, y muy serio, será el próximo fin de semana cuando recibamos en el Nou Estadi a otro de los gallitos de la competición y además éste viene en condición de líder, el Hércules de Alicante.