Hay casualidades que te brindan un comentario casi obligado. La comparecencia de Carme Forcadell, presidenta del parlamento catalán, ante el magistrado del Supremo Pablo Llarena es una de ellas.
Y sólo es necesario consultar el maravilloso diccionario de la Real Academia de la Lengua para ver cómo una palabra resume perfectamente lo que ocurrió ese día. Se trata de “deposición”, que aparece con dos acepciones: a).- Evacuación de vientre. B).- Declaración hecha verbalmente ante un juez.
Estar frente a un señor con toga negra y ser trasladada en un furgón a una cárcel son factores con alto poder disuasorio.
En fin, tampoco hay que regodearse con la debilidad humana. Ojalá su caso sirva como ejemplo y muchos insensatos corrijan su rumbo.