Es muy normal, que las personas mayores afrontan la última etapa de sus vidas con miedo, ya que es una etapa complicada. En el día de hoy te contamos el problema de la depresión en la tercera edad. Diferentes estudios apuntan a una gran variedad de factores que podrían predisponer a la aparición de depresión, pero todos coinciden en que los siguientes factores son los más determinantes:
La soledad puede ser un factor determinante. Los expertos han observado, respecto a las personas que viven solas, un menor porcentaje de depresiones en aquellas que viven integradas en un entorno familiar.
El insomnio, ocasionado por distintos factores que pueden interponerse en el descanso.
Las mujeres son más propensas a padecer depresión.
La discapacidad, causada por el deterioro asociado al envejecimiento.
Los antecedentes de depresión previa, pueden provocar una nueva recaída.
El duelo, provocado por la pérdida de amigos o familiares.
Para ayudar a combatir esta depresión en la tercera edad, no se deben perder de vista estas señales:
Poca energía.
Bajo estado de ánimo.
Trastornos del ánimo como baja autoestima, tristeza y melancolía.
Trastornos del sueño y del apetito
Anhedonia (pérdida de la capacidad para sentir placer y satisfacción).
Pérdida de interés.
. Pérdida de claridad de pensamiento.
Sentimiento de culpa.
Alteración psicomotriz.
Afectación de la concentración.
Se debe incidir especialmente en los siguientes:
La aparición súbita de un deterioro cognitivo.
Presencia de síntomas somáticos como: molestias gastrointestinales fatiga, cefaleas, dolores articulares, dolores musculares y contracturas, o trastornos de la función sexual.
Debido a todas estas causas, y a un estudio realizado por especialistas sobre esta enfermedad en espacial, hay expertos que consideran la depresión como el trastorno psiquiátrico más frecuente en los mayores, en una época en la que el estrés es el síntoma de la sociedad contemporánea.