Llanto incontrolable
- El llanto incontrolable surge como una respuesta a una pérdida real o imaginaria que genera una sensación de desgarro interno y de fatalidad.
- Su permanencia en el tiempo, puede indicar un estado depresivo que necesita ser tratado con por un profesional sanitario.
Cómo Actuar
- Una persona que llora de forma incontrolable tiene focalizada su atención en su dolor emocional, eso puede implicar adaptar la forma de comunicarnos (las pausas, el contacto visual, el tono y volumen…)
“No mantener el contacto visual, dar consejos tajantes (tienes que…, relájate…,) dificultan la recuperación y aumentan la desesperanza de la persona”
- Considerar que a la mayoría de la gente no nos gusta llorar en público y menos ante personas desconocidas, es un buen comienzo. Cuando se nos caen las lágrimas incluso cuando parece estar haciendo un verdadero esfuerzo por contenerlas, nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan llorar algo.
- Si esa persona se encuentra en su lugar de trabajo o en un contexto poco protector de su intimidad, aceptar su malestar y ofrecerle la posibilidad de retirarse a un espacio más íntimo donde pueda llorar lo que necesite sin sentirse evaluada.
- Si el contexto es de cuidado y atención, dar permiso y cabida a ese sentimiento y también al llanto. El llanto no dura eternamente y poder expresarlo en privado alivia los pensamientos de incapacidad, culpa y vergüenza que la persona suele rumiar.
Decir;
“Llora lo que necesites, estoy aquí para que me cuentes lo que te ha ocurrido si quieres hacerlo” es más efectivo y reparador que
“Intenta tranquilizarte, llorando no vas a resolver nada”
- Mantenerse presente y cercano con una actitud empática, calma y relaja más que pretender una distracción cognitiva y/o conductual en un momento de desbordamiento emocional.
“¿Desde cuando te encuentras así?- nos acerca a la persona
“Te vas a encontrar mejor pronto, ya verás”- alienta y acerca.
“Llorando no vas a solucionar nada”- mantiene la desesperanza y aleja
- Cuando el llanto es provocado por una pérdida real, elaborar el duelo de forma acompañada facilita la mejoría.
- Si se trata de una depresión, existen múltiples alternativas de tratamiento farmacológico y psicológico que aseguran el avance y la recuperación de la ilusión y la calidad de vida.
A veces calmar puede parecer difícil y sin embargo pocas cosas resultan más reconfortantes a la persona que llora, que la presencia de un otro que le permite expresarse sin sentirse juzgada.
Yolanda Pérez
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