Derbi del sábado: Cultura Vs Hacienda (EL MUNDO)
mayo 21, 2014 por Silvia Sánchez
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Peligra el estreno de la Compañía Nacional de Danza en el Teatro Real, por el anuncio de Hacienda de que no se pagarán más horas extras a sus miembros
Teatro Real, una de la tarde. La cita es con el director de la Compañía Nacional de Danza (CND), José Carlos Martínez, y con el insigne coreógrafo sueco Mats Ek, cuya obra ‘Casi-Casa’ se estrena ahora en Madrid, tras su presentación europea, el viernes pasado, en el Teatro Central de Sevilla.
Se presenta el especial programa mixto (‘Allegro Brillante’, de Balanchine, ‘In the Middle’, ‘Somewhat Elevated’, de Forsythe, y el paso a dos ‘Delibes Suites’, de José Carlos Martínez, junto a la antes mencionada) que se verá, sólo en seis funciones, en el escenario del coliseo de la Plaza de Isabel II, desde el sábado 24.
Mats Ek acababa de transportarnos a otras dimensiones, con declaraciones como “la danza es el arte original más antiguo” o que se trata de “la memoria del cuerpo”, cuando la realidad tocó a la puerta y se impuso tan aplastante como una pisada de ‘Godzilla’. El estreno del sábado peligra -”es una situación compleja, estamos hablando con cada bailarín y técnico para solucionarlo”, dice José Carlos Martínez”-, ya que la intervención delegada de Hacienda ha anunciado que no se pagarán las horas extras de los trabajadores de las unidades de producción del INAEM, del que depende la CND, fuera de las 60 horas anuales extras retribuidas. Se compensarán, dicen los interventores del ministerio del Sr. Montoro, con días libres.
“Y como las horas extras son opcionales, el trabajador es libre de aceptar o no hacerlas”, señala Martínez como principal problema para salvar el estreno, que necesita de esas horas extras, a causa de la rigidez de horarios marcada en el convenio. O sea, ahora mismo dependen de la buena voluntad de cada integrante de la Compañía Nacional.
Dudas razonables
Nos asaltan, de todas formas, algunas cuestiones: ¿Tiene la intervención delegada de Hacienda que anunciar este mazazo justo cuando la Compañía Nacional de Danza va a estrenar en el principal teatro de Madrid, para lo que lleva trabajando desde octubre? ¿No cuenta la intervención delegada de Hacienda con que el sangrante 21% de IVA del precio de las entradas del Teatro Real es suficiente motivo para su ministerio, si no quieren pensar en el daño que se le hace a la danza, como para tratar el tema cuando tengan una opción alternativa que ofrecer a la retirada económica de las horas extras?
“Los bailarines tienen muchas ganas de bailar en el Teatro Real y para ellos trabajar con coreógrafos como Mats Ek es una de las razones para seguir en la CND”, asegura Martínez sobre estos artistas cuya hora extra se pagaba entre 18 y 20 euros hasta ahora, cantidad que compensaba los precarios sueldos de 900 y 1.200 euros, para cuerpo de baile y solistas, respectivamente, ya que los primeros bailarines -con 1.800 euros de nómina- están fuera de convenio.
Como dice José Carlos Martínez, “aunque el INAEM está viendo qué tipo de complemento se puede poner en marcha como alternativa, tenía que haber previsto antes la solución para evitar este problema. Lo de las 60 horas anuales como tope de extras a pagar es para un trabajador de la Seguridad Social, de oficina. Porque un artista tiene que trabajar sábados y domingos o hacer dos funciones al día, no tiene nada que ver con otros trabajadores de los ministerios”. Pero, además, la libranza a cambio de las horas extras realizadas “haría que sólo pudiésemos bailar de enero a marzo, el resto del tiempo sería el que tendrían que librar por las horas extras trabajadas”, puntualiza el director, antes estrella de la Ópera de París, mirando nuestro rostro de asombro ante la que se avecina para la CND.
“Para sacar adelante estas funciones tenemos que hacer horas extras y yo no puedo imponerles nada; además, afecta a todos los miembros de la CND, ya que el convenio es único”, explica el director de la compañía estatal, quien, ante la pregunta de si con esta situación peligra su continuidad al frente, no duda en responder: “No hay que bailar más rápido que la música; soy Tauro, sigo ahí”.
Horarios imposibles
La situación a grandes rasgos es, por un lado, unos horarios inamovibles por convenio -de 10.15 a 16.15 horas, de lunes a viernes, en sus aulas de ensayos, que es donde tienen su sede, y de 16.00 a 23.00, en gira- que obligan a que cualquier otro horario vaya con el añadido de las horas extras. Y, por otro, que el problema de base, el bajo salario de los bailarines de nuestras compañías nacionales, estaba medio compensado con la suma de las horas extras esenciales para sacar adelante cualquier nueva producción, necesitada de ensayos y retoques poco cuantificables a priori, aunque ajustados en la previsión.
Comparen las cifras salariales antes señaladas, con los 2.100 o 2.200 euros que gana un bailarín del cuerpo de baile de la Ópera de París, según nos confirma Martínez, o los 2.700 euros que cobran en Suecia -como le ha señalado Ana Laguna a EFE-. “Con las horas extras, un bailarín de la compañía llegaba a ganar como mucho 1.500 euros“, dice el director de la CND.
Lo cierto es que el INAEM, con Miguel Ángel Recio al frente, debería empezar a pensar en la danza con los mismos patrones con los que cuida a la música y al teatro, dotando a la Compañía Nacional de Danza y al Ballet Nacional de España de un teatro-sede, “por eso la Compañía de Teatro Clásico no tiene tantos problemas como nosotros, ya que cuando están en Madrid trabajan en el escenario que es su sede y, por ello, no hacen horas”, dice José Carlos Martínez sobre este punto tan importante como es que la CND y el BNE deberían estar adscritos a un teatro, como sucede con los grandes ballets de todo el mundo. El otro, apunta, “es tener un convenio sólo para la Compañía Nacional de Danza o para los dos ballets, separado de los técnicos y demás personal, como sucede en la Ópera de París, que del convenio general salen apartados para cada caso”.
Artículo de Cristina Marinero para El Mundo. 20/05/2014