Revista Mundo animal

Derechos Animales y bienestarismo: una diferencia esencial

Por Luistovar

Derechos Animales y bienestarismo: una diferencia esencial
La ética de Derechos Animales no es en modo alguno incompatible con el bienestar de los individuos. Precisamente uno de los fundamentos de esta ética se basa en proteger el deseo de bienestar al que aspira todo ser que posee capacidad de sentir. Sin embargo, esta postura moral parte del reconocimiento de una serie de derechos básicos e inherentes a cada persona, y por tanto no puede aceptar que el bienestar de nadie se anteponga al respeto por los derechos individuales de todos. Aunque para lograr el bienestar de la mayoría fuera necesario vulnerar los derechos básicos de un solo individuo, la ética de Derechos se opondría tajantemente a ello.

En cambio, la doctrina conocida como bienestarismo es una postura ideológica que considera que lo único que importa es un supuesto nivel de placer y sufrimiento que experimenta cada individuo. Y simplemente aspira a reducir el sufrimiento y aumentar el placer. Sin tener en cuenta el consentimiento, ni el sometimiento de unos por encima de otros. Desde una perspectiva no-especista, a los partidarios del bienestarismo solamente les importa conseguir que todos los animales gocen de felicidad en el mayor grado posible y evitar que sufran, sin importarles si dan su consentimiento para ello o si para conseguirlo tienen que dominarles en contra de su voluntad.Esta forma de pensar proviene directamente del utilitarismo, y es una versión que se ha venido aplicando específicamente a los animales no humanos utilizados por el hombre. No es ninguna casualidad que desde su comienzo el bienestarismo haya sido un aliado activo de la industria de explotación animal. Ni el utilitarismo ni el bienestarismo tienen problema alguno con la explotación o la esclavitud. Lo único que les importa es en general reducir el sufrimiento o aumentar la felicidad. Aunque en la práctica se muestre evidente que han conseguido justo lo contrario de lo que se proponían.El modelo industrializado que se comenzó a implantar hace 60 años dentro de la explotación de animales nohumanos ha permitido un aumento extraordinario en el número de animales explotados y que sus condiciones de esclavitud sean, si cabe, todavía más terroríficas. Y es que aparte de promover una serie de leyes de «Bienestar Animal» que trataran de garantizar simbólicamente su bienestar (o más bien el bienestar de los consumidores de la explotación animal) el movimiento bienestarista es, en lo que se refiere a garantizar el bienestar de los nohumanos esclavizados, uno de los fracasos más grandes de los que se tenga noticia.Es cierto que hay algunos partidarios del bienestarismo que se oponen a la esclavitud actual de los animales no humanos, por haberse dado cuenta de que no es posible garantizar ningún tipo de bienestar (en el concepto más básicamente sensato del término).  Sin embargo, moralmente no consideran que los animales tengan derechos. Sólo les importa el bienestar (mayor felicidad, menor sufrimiento) y no se oponen al concepto de explotación en sí. Aunque se autodenominen como organizaciones de "derechos animales" solamente les veremos denunciando el sufrimiento y jamás hablarán de violaciones de derechos, ya que obviamente no creen en los derechos morales. Y como los animales no humanos carecen de derechos legales, entonces no habría por tanto, desde su perspectiva, derechos que vulnerar.Las evidencias nos muestran que en el 99% de los casos, las vidas de los animales explotados por el hombre son ejemplos de miseria y horror en todas sus formas. Pero aunque fuera posible que pudiéramos proporcionar a nuestros esclavos una vida de razonable felicidad, esta circunstancia no haría que su explotación fuera moralmente más aceptable. Una ética basada en los Derechos considera que cada individuo merece ser considerado y respetado como persona. Lo cual implica que nunca, bajo ninguna circunstancia, puede ser tratado como una propiedad nuestra.

Esta reflexión, lejos de ser un simple ejercicio intelectual, es una forma de exponer cómo las ideas que cada uno tenemos en nuestra mente condicionan o determinan nuestra conducta. Todos nosotros partimos de nociones muy básicas acerca de la realidad que vivimos. Aquí he expuesto brevemente dos visiones morales diferentes e incompatibles. A mi modo de ver, el hecho de que nos posicionemos a favor de una o de otra, es lo que va a decidir en parte el futuro de la continuidad o abolición definitiva de la esclavitud de los animales nohumanos.

Si creemos que los individuos sintientes no son personas sino meros receptáculos de placer y dolor ("sufrir y disfrutar") y que lo que realmente importa es aumentar el número de individuos forzosamente felices, aunque fuera a costa de esclavizarlos a todos ellos,  entonces estamos de acuerdo con el utilitarismo/bienestarismo. Pero si creemos que todo ser con capacidad de sentir es una persona con derechos básicos que merecen siempre ser respetados, independientemente de las circunstancias y las consecuencias, entonces nos corresponde defender la ética de Derechos Animales, cuyo principio más fundamental es el veganismo (no-explotación).Aplicar el veganismo en nuestra vida - y educar y ayudar a otros a hacer lo mismo - es el paso más importante y necesario para lograr abolir, desde ya mismo, la explotación de los animales no humanos y conseguir un mundo mejor para todos en donde la injusticia de la esclavitud ya no exista.------------------------------------------------------------------------Textos relacionados:


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