- ¿Y los que invierten 150.000€ ya no serán dignos de estos privilegios?- fue lo primero que pregunté yo.
- Eso digo yo! Estoy indignada. Sabes, imagínate que una señora viuda cuyo apartamento tengo en venta por 160.000€ quiere vender cuanto antes y rebaja el precio en 20.000€. Eso directamente perjudica y repercute en los derechos del comprador. ¿Crees que se puede hacer algo?
Así ha empezado mi día de hoy. Mientras desayunaba en mi pastelería del barrio, repasé la misma noticia en varios medios. Era evidente que el tema se había convertido en el foco de atención de la opinión pública.
Bueno, en realidad, en el comprador repercutirán muchas más cosas y hay muchas preguntas en el aire que han surgido en las últimas horas.Está bien que un extranjero, que tiene 160.000€ ahorrados, invierta en España. Y que para facilitarle las cosas en este país, se le tramite su tarjeta de residencia que no le limitaría de estar disfrutando de su vivienda más de tres meses. Me pregunto, para empezar, ¿qué pasará con el resto de su familia, su mujer e hijos, si los tuviera? ¿También se les concederá la residencia? ¿Sería lo lógico, no?
¿Y qué pasará con los derechos sociales de estos inversores y a partir de esta ley, residenctes legales? Su derecho a la Seguridad Social, atención sanitaria, etc.Una cosa es que un ciudadano, no comunitario en este caso, no tenga limitaciones de usufruto de su propiedad; eso se regula con visado ampliando el tiempo de estancia máxima, como en Estados Unidos, por ejemplo de 5 años prorrogables; pero no residencia. De este modo, este ciudadano, que sigue trabajando en su país de origen, declara sus ingresos ahí y paga sus impuestos, una vez tramitado el visado especial, contrataría en su país de origen un seguro médico que tendría cubertura en España, de larga duración, pero no costaría nada a los contribuyentes españoles. En vez de acudir a la Sanidad Pública, se pondría en contacto con las entidades privadas que forman parte del mismo sistema de asistencia sanitaria a nivel internacional. Esa fórmula ya existe y funciona para los turistas. Ese es el primer punto.
Otras prestaciones sociales a las que tiene derecho el residente son de la atención gratuita en los Juzgados (aunque creo que a partir del 1 de Enero de 2013 tendremos que pagar por cualquier trámite en primera instancia), de protección por parte de las fuerzas de seguridad, derecho a los pisos protegidos en casos de la violencia doméstica, casas de acogida o tutela para los niños, etc.
Pongamos que el acceso a la Justicia en el caso de infracción por parte de un turista no comunitario, pasa por el calabozo o la carcel preventiva por el alto riesgo de la fuga. Sin embargo, un residente legal, con una vivienda en propiedad, puede ser puesto en libertad con cargos a la espera del juicio y se le pude retener el pasaporte para evitar su salida del país. En este caso quizás, la ley le beneficia al extranjero cuyo estatus en el país cambiaría y sus libertades serían menos limitadas. Siempre tratándose de delitos menores, por supuesto.
Y el derecho a las casas de acogida o pisos de protección no serían reclamados por los nuevos residentes ya que se entiende que la clase media, que dispone de 160.000€ para una segunda residencia, dispone de medios suficientes, para no pedir prestaciones sociales en un país cuyo funcionamiento desconoce y cuyo idioma no habla. Y desde luego nadie en su sano juicio se compra al contado una vivienda siendo esa cantidad el último ahorro de la familia.
El tema de las mafias, que supuestamente se asentarían aún más en España si se les permite invertir desde 160.000€, me resulta, como argumento, ridículo y de tópicos que repiten los incultos, más que una realidad. Las mafias internacionales que vienen para llevar a cabo acciones ilegales, desde el primer momento cuentan con la colaboración de ciudadanos españoles, gestores, abogados, notarios, etc, que les ayudan y se benefician de esas actividades ilegales. Habría que establecer un código de conducta para esos colaboradores necesarios.
Un delincuente se asienta en el país, cualquier país del mundo, no por tener mucho dinero, sino porque la ley le resulta demasiado flexible, los procesos de instrucción demaiado largos y lentos, y condenas demasiado blandas. Si las fuerzas de seguridad de la Comunidad Europea tuviesen una buena conexión entre sí, a la hora de compartir información, podrían cerrar de una vez por todas, la entrada de maleantes en todo el espacio comunitario, introduciendo la huella digital en los pasaportes o visados.
Uno puede cambiar de nombre y de pasaporte pero no de su huella dactilar! Hay que pensar en ello. Y no permitir la entrada a los que ya fueron infractores y han sido expulsados de un país comunitario.
Me molesta que a muchos de los extranjeros se les incrimina que vienen a España para quitarles el trabajo de los españoles cuando no es ningún secreto que muchos parados trabajan cobrando en B o se niegan a trabajar en puestos de menor retribución, o simplemente están muy mal formados. Me refiero a que en la época del boom inmobiliario, y no es ningún secreto, más de uno abandonó sus estudios del Bachillerato para trabajar en la construcción. Esta fue una decisión voluntaria.
España desde siempre ha sido un país de servicios; nunca un lugar donde se gana mucho dinero para uno de fuera. No nos confundamos con Estados Unidos.Y con cinco millones de parados lo es aún menos. Asi que no creo que haya peligro de invasión por ninguna parte.
En mi modesta opinión el proyecto de ley es muy inmaduro, sacado de la manga muy precipitadamente y resulta muy discriminatorio para los que estarían dispuestos de comprar al contado viviendas más baratas que el tope mínimo establecido.100.000€ también son dinero que cuesta ganar. ¿Cuánto tarda en ahorrar estos 100.000€ un español de la clase media, si es que consigue ahorrar algo?
Con la medida que intenta aplicar el Gobierno con ese mínimo aceptable para tramitar la residencia, lo que va a provocar es que los pisos más baratos vuelvan a subir de precio haciendo la competencia desleal a los que realmente cuestan estos 160.000€ y vuelta a empezar con las especulaciones.