Dermis Tatú: Lo que fue y lo que pudo ser

Recordamos a la visceral banda de Cayayo Troconis

[Ricardo Portmán]

La historia posterior a la disolución en 1992 de la mejor banda de rock de Venezuela, Sentimiento Muerto, podría resumirse en un cúmulo de incertidumbres, vacíos y orfandad. A pesar que el movimiento rock de ese momento contaba con buenos exponentes como Zapato 3, Caramelos de Cianuro y Claroscuro entre otros, el peso específico de SM era demasiado e incomparable.
Con el cantante Pablo Dagninopreparando su carrera solista, el resto de los instrumentistas de Sentimiento se agruparon hombro con hombro para terminar por darle forma al único grupo que le ha hecho sombra a SM. Hablamos de Dermis Tatú.
Es natural que el proyecto prosperara a nivel artístico, teniendo en cuenta que su líder era Cayayo Troconis, posiblemente el músico de rock más talentoso que ha existido en Venezuela. El guitarrista rechazó el tentador ofrecimiento de Andrea Echeverri de unirse a los colombianos Aterciopelados y decidió seguir sus instintos. Sólo queda para especulaciones oníricas la gran música que habría surgido de esa conjunción Cayayo-Andrea-Buitrago. No habría sido mejor que Dermis pero si muy diferente.
Con Cayayo a la voz y guitarras, Héctor Castillo al bajo y Sebastián Araujo a la batería, se lanzaron a explorar terrenos funk y alternativos. Viajaron hasta Buenos Aires, donde con la ayuda de colegas argentinos de la altura de Tweety González, Fernando Samalea, Mariano López y Pablo Sbaraglia grabaron su único disco, el visceral La Violó, La Mató, La Picó (Tas Sonao Records / 1995), considerado de manera unánime como el mejor disco rock de una banda venezolana.
Luego de estancias, con mayor o menor éxito, en Los Ángeles, San Francisco, Las Vegas y Londres, además de la colaboración de Cangrejo (ex Seguridad Nacional), el grupo decidió separarse en 1998, dejando en el limbo material suficiente para un segundo álbum. Troconis se reencontró con su antiguo compañero de SM, el bajista Wincho Schaffer, en la banda funk rock PAN; Castillo se dedicó a ser ingeniero de sonido (con mucho éxito) y Sebastián colaboró con el combo local Bacalao Men.
Desde entonces se mantuvo entre los seguidores de Dermis la publicación de ese material inédito, que ha rodado de manera pirata desde hace años. Lamentablemente esta historia tuvo una final trágico e inesperado con la muerte de Cayayo Troconis el 17 de noviembre de 1999. Así nació un mito que nadie hubiese querido que fuese tan prematuro. Sin embargo ahí está la música para recordarnos que una vez se hizo muy buen rock al norte de Sudamérica. Lo de hoy en día en la Venezuela musical ya es otra cosa. Muy oscura, por cierto.

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