Parece que el verano es una buena época para derribar edificios en Madrid, incluso manzanas enteras. Es como si la premeditación de estos actos necesitase de la poca gente que va quedando en la ciudad en el estío para obrar con la impunidad que la falta de testigos otorga. Quedaría así añadida la pérfida alevosía, sustantivo que unido al anterior, puede hacernos pensar en la mala voluntad o en el interés especulativo de la acción.
En este caso la acción sospechosa es el derribo de una manzana entera en el distrito de Tetuán, en el barrio de Berruguete. La información la han remitido Miguel Díaz y Antonio, amigos del Blog que han quedado perplejos al ver como las casas que hace unos días estaban en pie ahora son un montón de escombros. Miguel ha mandado además una foto que es la que encabeza estas notas.
Manzana que existía entre las calles de Villaamil-Gloxinia y el Paseo de la Dirección.Dice Antonio que acaba de ser demolida recientemente y que de hecho todavía se realizan labores de desescombro. (FOTO: Enrique F. Rojo)
La demolición afecta a la manzana que existía entre las calles de Villaamil-Gloxinia y el serpenteante Paseo de la Dirección.
El conjunto de casas era curioso, pués no solo ocupaba una entera manzana, además formaba una especie de óvalo en armonía de diseño y estructura que definía el curso curvilíneo del Paseo de la Dirección en ese tramo. Las casas tenían una factura verdaderamente rural y se podían caracterizar tipológicamente como viviendas típicas obreras de principios del siglo XX. Sus materiales eran también los típicos: ladrillo, teja y entramado de madera, con techos de escayola y cañizo.
Tenían dos alturas y no se prodigaban en elementos decorativos. Las soluciones para cornisas, guardapolvos y líneas de imposta que en otras construcciones similares de la zona son muy imaginativas, en este caso mostraban gran sobriedad. El bloque estaba compuesto en realidad por un conjunto de casas adosadas que guardaba una total homogeneidad y uniformidad, tanto en la disposición regular de huecos como en la disposición de los elementos decorativos que, como digo y se ve en las fotos, eran escasos. Se observa también que a lo largo del tiempo las casas se modificaron, al menos exteriormente, ya que se puede ver que se realizaron huecos en las fachadas donde originalmente no debió de haberlos. También se transformaron viviendas, o parte de ellas, en locales comerciales, tanto en la calle Gloxinia como en el Paseo de la Dirección, lo que supuso la modificación o desaparición de elementos originales de la construcción.
(FOTO: Enrique F. Rojo)
“Desconozco -nos cuenta Antonio- qué se edificará en su lugar, pero viendo lo que ha pasado y está pasando en Tetuán, apuesto por otro edificio igual a los que han construido en la zona. Supongo que esto es el progreso y la renovación del caserío redunda en la mejora del barrio, pero cada vez quedan menos casas en Tetuán que nos recuerden lo que fue en su día…” Miguel también nos deja un resignado “a ver que pasa…“.
Viendo el espacio que ha quedado, lo más “sensato” sería hacer una placita ajardinada con banquitos y una fuente. Incluso el Paseo de la Dirección podría dejar de hacer esa extraña curva, pasando en línea recta por el tramo de Gloxinia, que perdería su nombre en la nueva plaza…
Claro que, habida cuenta de cuál viene siendo el proceder habitual en casos similares, cabrían todas las posibilidades, incluso las menos “sensatas”, como la de construir varios bloques de cuatro alturas, por ejemplo.
Seguiremos informando…