Revista Cultura y Ocio
Manos anónimas estrangulan la bellezacuando la sinceridad nos desnuda;porque la consciencia libera los versosy ese fulgor transfigura lo justoen irreverencia.
Sublime la voz que maldicela injusticia, sin dobleces,el hambre sin esperanzasy ese miedo al amor —tan doloroso—.
No me hablen del olvidoy su inmundicia.Quiero escuchar de las réplicasde los golpes devueltosde escalar nubes —sin temor a los abismos—.
Pichy