Desafío 1001: Desayuno con diamantes- Blake Edwards- (1961)

Título orginal: Breakfast at Tiffany's
Dirección:Blake Edwards
País: EE.UU
Interpretes: Audrey Herpburn, George Peppard, Patricia Neal, Mickey Rooney, otros.
Duración: 115 min.
Página: 390
¿Sabes cuál es tu problema?, eres una cobarde, no tienes agallas. Estás aterrada de levantar la frente y decir, "Ok, la vida es un hecho, la gente sí se enamora, unos pertenecen a otros, porque esa es la única oportunidad que tienen de ser felices realmente". Te llamas un espíritu libre, algo "salvaje", y estás aterrada de que alguien te encierre en una jaula. Bueno nena, ya vives en una jaula. Tú misma te la construiste. Y no está en el oeste de Tulip, Texas, o en el este de Somalía. Está donde vayas. Porque no importa dónde corras, siempre terminarás topándote contigo misma.
Basada en una novela de Truman Capote, esta comedia romántica es ya un hito dentro del cine clásico. Si he de ser honesta imagino que esa popularidad se la debe al ángel encantador y siempre luminoso de su protagonista, la maravillosa Audrey Herpburn. Fuera de eso estamos ante una historia de amor más que en su primera hora divaga un poco en retratar a Holly y su nuevo vecino para luego tomar un poco más de solidez. Quizá porque en los tiempos que corrían era impensable tener en el cine de protagonistas a un taxiboy y una call girl (como la llama el libro), el film apenas insinúa las cosas de manera tibia pero muy sabia para no crear tapujos absurdos.
Holly es una soltera que lo único que aspira en la vida es ha conseguir un hombre bañado en dinero y Paul, un escritor que vive gracias a los "regalos" afectuosos de una mujer casada. Puestos ya como vecinos, Paul y Holly, dos personas con bastante cosas en común, terminarán desarrollando una relación un tanto más fuerte que la amistad mientras vagan por la vida sin saber muy bien cómo asentarse.
Desayuno en Tiffany es una historia endulzada y llena de magia gracias a la magnífica presencia de Herpburn, su belleza es difícil de ignorar y su encanto inunda la historia a cada momento. Fuera de ello y a pesar del tremendo éxito con el que se alzó en su momento, he de decir que podría realmente haber llegado el fin del mundo hoy sin haberla visto que no me hubiese acongojado; asique su inclusión en el libro bien lo vale así como está, compartiendo lugar con otro de los éxitos del momento- Lola de Jacques Demy.

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