Desafío 1001: El triunfo de la Voluntad (1934), Leni Riefenstahl

Título orginal: Triumph des Willens
Año: 1934
Dirección: Leni Riefenstahl
País: Alemania
Duración: 114 min.
Página: 112.
Sabía que cuando me disponía a enfrentar este desafío de tratar de abarcar las 1001 películas que hay que ver antes de morir iba a ser duro por momentos. Cuando pedí que sugirieran números para asociarlos a las páginas cuyas películas empezaría a ver comprobé con estupor que justamente las dos primeras correspondían a documentales de Leni Riefenstahl, una realizadora considerada por muchos como la mejor del siglo XX, simpatizante del régimen nazi que le valió tal repudio que le fue difícil seguir su carrera de cineasta.
El triunfo de la voluntad, el primer film que nos compete dentro de este loco y odisíaco desafío, es uno de los documentales propagandísticos más grandes de la historia del cine. Personalmente me cuesta bastante engancharme con el género del documental cuando el tema central no es de mi agrado y verdaderamente 1 hora 50 de puro derroche "nazi" donde el alma de una figura como la de "Hitler" es presentada de una forma casi mesiánica, puede resultar una tortura considerable. De hecho, les cuento sin vergüenza que ví el film en cuatro partes.
Según nos cuenta el propio libro de Schneider "Fue Adolf Hitler en persona quien encargó a la bailarina y actriz convertida en cineasta Leni Riefenstahl que hiciera un documental majestuoso y celebrativo del sexto Congreso del Partido Nazi que tuvo lugar en Septiembre de 1934 en Nüremberg...", y que logró dar esa visión de majestuosidad y de alma festiva al conjunto del evento es innegable. Desde la llegada de Hitler al aeropuerto con un populoso recibimiento del pueblo y los posteriores desfiles y discursos que se suceden en el documental, no podemos menos que percibir la admiración y orgullo que se intentaba transmitir. Ya en el magnífico blog de Jorge Luis Valdez Morgan, La bitácora de Hobsbawn, leemos que "Leni Riefenstahl era militante del partido Nazi y admiraba profundamente el proyecto de Hitler. Cuenta ella misma en sus memorias que al leer Mi lucha (Mein Kampf) quedó totalmente asombrada por las ideas del Führer, y cuando lo escuchó en un discurso sintió que la tierra se estremecía." Y ver cómo su cámara destaca los rostros sonrientes de pueblerinos y, sobretodo, niños y jóvenes, los desfiles y convivencia en general de todos aquellos que se sumaban a la ideología del Fürer es ver una radiografìa un tanto "falaz" por supuesto, para quienes sabemos los dimes y diretes de la historia, de un partido que se encontraba en auge y de una Naciòn que seguìa ciegamente los designios de un extremista.
Y cuando digo falaz, lo digo en consideración de cómo Riefenstahl preparó el terreno de Núremberg para la realización de este documental. "Mandó a construir nuevos puentes y accesos en el centro de la ciudad, así como torres de iluminación y raíles para las cámaras (...) con brillantez logró llevar a cabo la misión que debía cumplir- glorificar el poderío del Estado Nazi y ayudarle incrementar el domino del corazón y el pensamiento de los alemanes". Las tomas y la fotografía que tiene este film son realmente para destacar, ya solo por el extraordinario manejo de la cámara, los contraluces y la sagacidad con que monta las imágenes de Hitler, sus dirigentes y el pueblo alemán que lo seguía, vale la pena verlo.
Este éxito cinematográfico de entonces le valió varios premios a la directora, entre ellos El premio nacional de cine Alemàn, la medalla de oro y Leòn de oro en el festival de cine de Venecia y el Gran premio de las Artes y las Técnicas en la Exposición Universal de París. Pero también tras la segunda guerra mundial, americanos y franceses "tuvieron a Riefenstahl encarcelada por 4 años por su maquinaria propagandística alemana"; ella negaría posteriormente su simpatía por el régimen y declararía que su films era puramente histórico pero pocos le creyeron y su carrera poco a poco se ahogó hasta quedar rezagada a la fotografía. Ante esto vale decir que viendo muchas de sus obras fotográficas no nos queda otra que dedicarle un post en Butacas pues lo vale con creces.
Hay algo que me gustaría destacar en cuanto a la versión que conseguí de este film y es el subtitulado. Aun cuando el audio es pura música y discursos (y la música es un detalle que suma mucho en este film) el que baje ejem ejem de la red venía con unos subtítulos donde se detallan lugares y personajes que aparecen en escena. Algo que hay que valorarle a quien haya hecho los subtítulos porque realmente para los que no somos expertos en historia, esto es un elemento invaluable.
¿Vale la pena su inclusión en el libro?: ciertamente como ejemplo de buen manejo de cámara y de excelente dirección cinematográfica sí. Dejamos de lado las cuestiones morales e históricas de la figura central, Hitler, y de la visión que la realizadora intenta dar.
Pueden descargarla ACÁ, pero desde los enlaces que dan en los comentarios no del post. Porque la del post no me quiso descomprimir.
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