Revista Cine
Título orginal: Olympia
Año: 1938
Dirección: Leni Riefenstahl
País: Alemania
Duración: 204 min (2 partes) .
Página: 141.
Me pregunto qué hubiera sido de la historia del cine tal y como la conocemos si Leni Riefenstahl no hubiera sido condenada por su participación y simpatía por el nazismo. Si de alguna u otra manera se hubiera tenido más en cuenta al artista que a la persona. Después de todo como diría Oscar Wilde "Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista". Lo cual en su caso no sé si tampoco hubiera sido bueno, pero sí me gustaría imaginar que de haber tenido la posibilidad de seguir filmando, seguramente este libro de Schneider tendría unos cuántos títulos más con el nombre de esta directora alemana. Olimpia es el primer documental larga duración- super largo considerando las casi 4 horas que abarcan sus dos partes juntas- sobre los juegos olímpicos de Berlín de 1936. Como dice el libro, es un documental épico y único al que por supuesto se lo ha criticado por su contenido político. Un contenido ciertamente presente pero mucho más disfrzado que la interminable propaganda que te termina por succionar el cerebro en El triunfo de la voluntad del que hablamos antes.
Si hay un film en el que se aprecie la poesía de las imágenes y la grandeza del ojo de esta realizadora es justamente en este. No importa si gustan o no- como yo- del deporte, porque con ver nomás la introducción uno ya se da cuenta que está ante una obra maestra. Lo dijo Orson Welles (sí perdón estoy muy citadora hoy pero lo vale) "Es imposible hace una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta". Y vaya ojo que tenía esta Leni!. Este documental es una oda a la destreza atlética, al cuerpo humano en movimiento y todo llevado a la grandeza de la emoción gracias a la selección cuidadosa del punto de la cámara y la increíble música de Herbert Windt y Walter Gronostay que hacen de Olympia un verdadero canto visual. Uno no es un espectador viendo una sucesión de pruebas y destrezas, uno ES la propia Leni metida en el campo de acción, observando la belleza de las proporciones, los detalles de las sombras, el cansancio de los participantes, la exictación y ansiedad de la tribuna, elementos que desde ya no vemos en una única toma aérea o lateral de los canales deportivos. A Leni seguramente la tenía sin cuidado quién ganaba o quien perdía, Leni se centra en la felicidad o amargura de un rostro, en el esfuerzo de un corredor, en el gesto frustrado de un gimnasta que ha errado el salto. Leni cuenta, relata todo el tiempo poniendo en segundo plano las veces que un narrador interviene para dar nombres o detalles de puntajes y distancias.
El propio R. Barton Palmer dice en el libro: "Fueron necesarios enormes preparativos. Se construyeron en el estadio torres de acero para las cámaras, plataformas para los travellings y se buscó la gente de más talento que había en Alemania. Se rodaron casi 250 horas de película y el montaje (incluída la añadidura de efectos de sonido y música) fue supervisado personalmente por Riefensthal". Las tomas y puntos de vista, esos magníficos primeros planos y planos selectivos (como tomar la sombra del corredor durante la maratón en vez de al propio atleta) marcaron ritmos narrativos que en su momento fue revolucionario dentro del cine y que hoy en día para el género documental es totalmente singular.
El documental en sí está dividido en dos partes: El festival de los pueblos donde se hace quizá más hincapié en lo deportivo en sí, en mostrar las distintas pruebas y sus ganadores, en identificar las naciones que compiten y en documentar ganadores y vencidos; y El festival de la belleza, donde mejor se aprecia la poesía del deporte, donde vemos qué poco importa qué nadador llega primero o después cuando es tan hermoso contemplar una sucesión de saltos de trampolín con las siluetas destacadas a contraluz.
Quién sino un verdadero artista puede encontrar en un acto deportivo los verdaderos puntos dramáticos de los que está lleno Olympia. Vemos, por ejemplo, la largada de la maratón (en la que sino fuera porque se desmayó en plena competencia hubiera ganado Zabala de Argentina), casi 10 minutos del trayecto de los corredores primero llenos de energía y concentración, luego cansados y sudorosos para tener luego ante nuestros ojos la llegada de los exhaustos, de cómo se los abraza con una manta a medida que llegan y de sus rostros extenuados ya contentos ya entristecidos. La cámara se vuelve lenta por momentos como queriendo abstraer el momento, llenarlo de emoción y resguardarlo luego con la estética del recuerdo, del sueño lejano. La competencia de veleros es otro gran momento donde el equipo entero lucha con sogas y timones mientras la música envuelve todo en un ambiente de esfuerzos y emociones hasta el climax de la llegada o los remeros que vemos en primerísimo primer plano con rostros contraídos mientras reman y reman alentados por el capitán y su megáfono.
¿Vale la pena su inclusión en el libro?: Sin dudas, rotundamente!.
Pueden encontrar este documental ACÁ.
♥♥Si te gustó este artículo regalame un comentario.Gracias!♥♥