Revista Cultura y Ocio

Desafío de los 30 Días: Día 19

Publicado el 19 diciembre 2017 por Gica

Desafío de los 30 Días: Día 19

19. ¿Qué es lo que más agradeces al hecho de haber descubierto este hobbie? ¿Ha cambiado tu forma de ver el mundo? ¿Por qué?
Comenzaré por decir que gracias al rol conocí a mi grupo de amigos. Fue un proceso curioso que se extendió por varios años, durante el cual fui recalando en distintos foros de interpretación y mesas de juego en los cuales fui conociendo a unos y otros, hasta que aquella curiosa mezcla de gentes acabó cristalizando en un grupo de juego con el que hoy me unen unos lazos que van mucho más allá de los dados. Sin el rol no creo que nos hubiéramos llegado a conocer y juntar, y sin ellos el rol no sería lo mismo. Porque jugar con desconocidos o iniciar a gente nueva tiene su encanto, pero creo que es cuando juegas con tu gente, cuando conoces los resortes que hacen saltar (para bien y para mal) a los jugadores y el ambiente es de confianza y comodidad absolutas, cuando el rol se disfruta más y las partidas pueden dar el salto cualitativo de lo bueno a lo memorable.

Gracias a los juegos de rol descubrí, también, la mejor (para mi) forma de dar uso a mi imaginación, a mis ganas de escribir y a mi curiosidad. Escribir relatos me cuesta un parto, tengo que perseguir y rogar a la inspiración para que me ilumine, pero desarrollar una trama para jugarla en mesa me atrapa, me entusiasma y me sale con mucha más agilidad y soltura. Me encanta diseñar una historia y luego ver cómo la afrontan los jugadores, cómo se enfrentan a sus desafíos y cómo descubren y caminan por sendas alternativas a las que había imaginado que elegirían. Y, previo a eso, la labor de documentación previa, que me lleva sin excepción a bucear por internet y por mi estantería en busca de noticias, información y datos que me sirvan de inspiración. Parece tontería, pero se puede adquirir una importante cantidad de conocimientos buscando información para partidas. Estoy seguro de que mi nivel de cultura general se ha visto muy beneficiado tangencialmente gracias a escribir para partidas de rol.

Conocí los juegos de rol cuando estaba comenzando a conocer el mundo por mi cuenta, por lo que dudo que tuviera en aquél entonces una visión formada y establecida del mundo que pudiera cambiar. Más bien creo que mi forma de ver el mundo ha ido desarrollándose influenciada por el rol, amén de por muchas otras cosas. En ciertos aspectos, ha añadido un nivel extra de disfrute a otras actividades. Por ejemplo, a viajar, que me encanta ya de por si. Ya no solo visitas lugares con encanto o con historia, también obtienes referencias de primera mano de posibles escenarios para aventuras. Y, claro, cuando visitas en persona ciertos lugares donde has "estado" como personaje, eso tiene un yo que sé que qué se yo que obviamente nadie que no sea rolero puede experimentar. Recuerdo la sensación al pisar Central Park, la ciudad vieja de Praga, el metro de Moscú, todos ellos escenarios de partidas que he jugado o escrito, y mola. Mucho. Es ver por primera vez un lugar del que ya tienes recuerdos.


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